29 de Marzo de 2024

Consumen en la región carne sin certificación

CHRISTIAN CUEVAS

Acayucan

El que existan rastros municipales en la región ponen en riesgo a los consumidores, pues no existe control alguno para la matanza de reses, menos para la carne que se extrae y que va a parar a expendios en diversos municipios.

 

Los rastros municipales como Texistepec, Jesús Carranza, Sayula de Alemán, son los principales proveedores de servicios en carnicerías de Acayucan, no se descartan riesgos al estar consumiendo la carne, pues no hay control sanitario como existe en el rastro regional.

“Los rastros municipales están sin control, lo extraño es que las autoridades de salud permiten esta práctica a pesar de que saben que no existe ninguna medida de higiene, pero menos se estudia cómo llegó la res, o se hacen los exámenes para conocer si esta fue engordada hasta con clembuterol u otra sustancia, si vas a Texistepec, puedes ver que el rastro no tiene nada de higiene pese pero así siguen matando”, declaró el introductor ganadero Mario Guillén Rosas.

Explicó que la carne se va directo al consumo de los clientes de la zona, no pasa por ningún filtro como se exige en el rastro regional, dejó en claro que no se toman muestra para certificar que la res estaba en buenas condiciones, lo que también es un riesgo para los consumidores quienes no pueden reclamar nada en caso de que la carne salga en mal estado.

“Aquí la gente que está consumiendo no tiene garantía de nada, porque en el rastro regional, existe el muestreo de carne, pero a los ganaderos se les hace fácil mejor matar por la libre que es más barato pero se pone en riesgo a los consumidores, porque si un ganado viene en mal estado ya no hay nada que hacer a quién le reclaman, solo al carnicero pero hasta ahí se queda porque no se sabe de quién era la carne que se adquirió en el rastro porque no hay control, solo van matan la res y se distribuye la carne”, añadió Guillén Rosas.

 

Dijo que los ganaderos organizados, han dado a conocer los graves riesgos que existen por parte de los centros de matanzas casi clandestinos, pues son cuartuchos improvisados, totalmente insalubres.