23 de Abril de 2024

Denuncian abusos contra indocumentados

AVC/Ana Alicia Osorio

Veracruz, Ver.- Los agentes del Instituto Nacional de Migración están usando armas de fuego, pistolas eléctricas y automóviles privados para atrapar a los migrantes que llegan a territorio veracruzano.

Testimonios de migrantes relatan que en territorio veracruzano, cerca de la zona de Tierra Blanca, el personal del Instituto Nacional de Migración coloca retenes, acciona las armas de fuego e ingresa a propiedades privadas con todo y autos particulares.

“Veníamos en el tren y la gente nos comunicaba que estaba el retén adelante y sí fue cierto, había seis retenes, un carro civil rojo y una camioneta blanca, lo que alcancé a mirar, y después cuando pararon el tren todo mundo corría y de presto los tenía rodeado el tren, se escuchó un disparo y uno de los compañeros gritó que se supone que no andaban armas y el compañero dijo algún tirador anda monteando y ‘le pegaste’ se escuchó, se escucharon dos o tres disparos más y ahí sí nosotros corrimos”, aseguró uno de los migrantes bajo anonimato.

A él y otros de sus compañeros que viajan desde Honduras buscando llegar a Estados Unidos, a bordo de la ‘La Bestia’ les tocó uno de los retenes que coloca el Instituto con camionetas que portan sus logotipos y personas que llevan los uniformes.

Según lo relatado por los migrantes, el retén se coloca en las vías del tren por lo que la máquina debe bajar la velocidad y detenerse por completo. En ese momento, el grupo de 50 migrantes aprovechó para tirarse y correr rumbo a los cañales que rodean el área.

“Hay gente de migración en todo los cañales esperando que si uno le pasa agarrarlos, pero no solo le pasa con corretearnos afuera sino que se meten dentro de los cañales de los carros y abren caminos, abren caminos con los carros, te corretean, te tiran con unas pistolas eléctricas, de todo”, indicó otro de los migrantes, cuyo relato fue compartido por el Movimiento Migrante Mesoamericano en sus redes sociales.

La “caza” de migrantes en ese retén demoró varias horas, como sucede en varias ocasiones, entre los sembradíos de cañales donde los automóviles usados por la corporación ingresaban destruyendo el cultivo y accionando las armas de fuego.

“Cuando uno está escondido en los cañales ellos se meten directo con el carro, sin saber si está alguien escondido o agachado, no sabe si lo va a golpear, ellos hicieron varios disparos, nos dispararon que nosotros nos agachamos que si no nos pegan”, aseveró el joven.


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