* Monitorea Jurisdicción Sanitaria la pureza del agua que utilizan alrededor de 300 hieleras y envasadoras de la región.
VALENTÍN MÁRQUEZ
Fotos: GELACIO VERGARA
La Dirección de Fomento Sanitario realiza un monitoreo de alrededor de 300 hieleras y purificadoras de agua que existen en 18 municipios pertenecientes a la Jurisdicción Sanitaria 11, para evitar que pongan en riesgo la salud de la población.
Para evitar cualquier problema de salud se procede a inspecciones que llegan a sumar nueve visitas mensuales a las que se les realiza un muestreo y de resultar con algún problema se les da una prórroga para que cumplan con la Ley 251 que se marca, dijo el director de Fomento Sanitario, Víctor Zavaleta Núñez.
“Se realizan las visitas y de encontrar anomalías se les indica que tienen que cumplir con las normas, no se llega a la sanción al saber que es para su beneficio y para evitar cualquier situación con quien consume el líquido”, externó.
La vigilancia se lleva a efecto y no se ha detectado algunas que estén fuera del marco legal, de haberlas, el riesgo de salud puede ser grave en aquellas que la consumen, de ahí que la ciudadanía debe formular la queja, explicó el funcionario.
La vigilancia se lleva a cabo en coordinación con las regidurías de salud, ya que existen vendedores de aguas "frescas" que consumen agua y hielo, este último debe ser de calidad y no para enfriar, para ello se van a realizar inspecciones para evitar sorpresas.
En lo que va del año se han dado unas diez suspensiones, y otras empresas han cerrado por otras razones no precisamente por no cumplir con la calidad del producto.
Sin embargo en ocasiones anteriores han sido detectadas algunas personas que habilitan domicilios y realizan el llenado de garrafones sin las mínimas normas de higiene, es por ello que la gente debe denunciar a este tipo de personas que ponen en riesgo la salud de los demás.
De acuerdo al informe de la dependencia, cada mes se realizan los muestreos en garrafones, incluso se toma de unidades en el que se transporta el botellón para su venta.
No se han detectado purificadoras “pirata” o “patito”, tampoco que los botellones sean llenados de la llave directamente y aquí hace hincapié Zavaleta Núñez para que la ciudadanía formule la queja en caso de detectar este tipo de anomalías.
Es la misma acción que se lleva con aquellos sitios que expenden alimentos, aunque la mejor forma es la queja para que en un momento se levante el acta correspondiente y se le da un plazo para que cumpla con lo requerido en cuanto a la norma sanitaria.
Mientras tanto la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a cargo de Víctor Nazariego Ortiz, dice que solo se han recibido dos quejas contra vendedoras de agua, aunque dice que no se han debido a la calidad del producto sino a cuestiones comerciales.
