FÉLIX OLARTE FERRAL
Coatzacoalcos, Ver.
Luego de que la semana pasada fraccionaran la reserva ambiental de su comunidad, ejidatarios de Rincón Grande esperan que el gobierno estatal intervenga para que se pueda salvar la selva más grande de Coatzacoalcos.
José Luis Hernández Pérez, subagente municipal de esa comunidad, indicó que los 56 campesinos ya recibieron las 7.5 hectáreas que le corresponde para que aprovechen su uso.
Recordó que hace más de diez años conformaron una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) con la promesa de que recibirían el apoyo federal por los servicios ambientales de las 414 hectáreas, pero nunca les dieron nada.
“Algunos vamos a sembrar plátano, yuca, naranja, lo que se pueda, porque estuvimos como diez años de espera, pero nunca hubo algo y por eso procedimos a fraccionar la selva”, afirmó.
Sin embargo, señaló que el desmonte de cada parcela se realizará de forma paulatina y no todo será deforestado, por lo que quedarán áreas en donde se podrá resguardar la vasta fauna que existe en esa comunidad.
Señaló que incluso en la primera etapa del ejido que es de 111 hectáreas, alrededor de ocho parcelas continúan conservándose y en esa área se continúa preservando la flora y fauna.
“Ahorita sería la jugada de pedir al Gobierno del Estado, porque todavía se puede impedir algo, porque nosotros necesitamos apoyo para seguir conservando ese que es el pulmón natural más grande de Coatzacoalcos”, afirmó.
El área que fraccionaron colinda con la presa La Cangrejera de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con el ejido Colorado y con la empresa Innophos, pero los propietarios confían en que alguna autoridad intervenga antes de que se termine de desmontar toda la selva que incluso es más rica en flora y fauna que el parque ecológico Jaguaroundi.
