REDACCIÓN
Coatzacoalcos, Ver.
Samuel está por cumplir 11 meses de edad. Ríe, juega, se emociona, es un bebé feliz. Difícil pensar que él nació a las 28 semanas de gestación; pesó 1.250 gramos y midió 31 centímetros, su vida estuvo en peligro. Las semanas para que sea considerado un nacimiento de término es de 38 a 42 semanas, Samuel no logró cumplirlas.
Fueron 52 días hospitalizado en el área de neonatología del Hospital General de Zona No. 36 del IMSS, tres trasfusiones de sangre, entubación, alimentación parenteral fueron algunos de los procedimientos que requirió el bebé para salir adelante.
Mariela Mazaba y Gabriel Díaz Martínez son los papás de Samuel reconocen y agradecen la atención que su bebé recibió desde el momento de su nacimiento en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como la dedicación de los médicos Alberto Urbina, Erick Limón, Ricardo Román Andrade, sin olvidar al equipo de enfermería que hicieron posible que hoy esté en casa.
“Mi bebé nació el 29 de diciembre de 2016, está por cumplir 11 meses de edad, él es una gran bendición, añorábamos ser padres. Desde que estaba en mi pancita ya queríamos ponerle nombre, comprar ropita, pero tomamos las cosas con calma, pues hubo amenazas de aborto, fue un embarazo complicado”, narró Mariela.
Desde el momento que confirmó el embarazo estuvo en vigilancia y control médico, hasta que el 29 de diciembre del año pasado comenzó con trabajo de parto, apenas cursaba la semana 28 de gestación.
Los médicos IMSS deciden hacer cesárea y dar los cuidados neonatales al bebé, fue así como nació Samuelito a las 7:01 horas. Al nacer lloró e inmediato recibió cuidados especiales.
“Mi bebé siempre nos mostró que tenía muchas ganas de vivir; había días con buenas noticias, otros con no tan buenas, pero Samuel siempre daba señales de querer salir adelante, es un verdadero guerrero”, comentó la joven mamá.
Gabriel Díaz, papá de Samuel, recordó que desde el inició aceptaron todos los procedimientos que los médicos recomendaban para el bebé, “a todo lo que nos decían les respondíamos que sí, estábamos conscientes de que todo era para su bien”.
Estando ahí, recuerdan, daban ánimos a los papás que llegaban con sus bebés a neonatología, les pedían tener fe en los médicos IMSS y aceptar los procedimientos, de la misma forma que ellos recibieron ánimos de papás que tenían más tiempo esperando el alta de sus hijos.
“Nunca dejamos de tener fe en Dios y en los médicos, Dios trabajó con los doctores, ahora nuestro Samuelito está aquí con nosotros. Los médicos y las enfermeras lo cuidaron muy bien, la atención fue muy buena”, comentó Gabriel Díaz.
El 17 de noviembre al ser el Día del Bebé Prematuro, la familia envía un mensaje a los papás que están pasando por un momento similar al que ellos tuvieron: “Tengan confianza en Dios, él trabajará y obrará en los médicos, tengan paciencia, los bebés sanarán pero con tiempo, no debemos perder la fe. Es importante que acepten las recomendaciones para los bebés, ellos son los médicos, saben lo que hacen, y lo que necesitan nuestros hijos, confiemos en ellos”.
