RAFAEL MELÉNDEZ TERÁN
Minatitlán
Además de la falta de agua, los minatitlecos también sufrieron una verdadera agonía por la suspensión intermitente de energía eléctrica, sobre todo la tarde y noche de ayer, cuando en varios sectores tronaban los transformadores, ante la demanda de energía derivada de las altas temperaturas que se registraron.
Aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha manifestado preparada para abastecer de energía eléctrica a la ciudadanía durante esta temporada de estiaje, la colonia Insurgentes, Ruiz Cortínez, Palmar, Centro y Santa Clara, fueron las que resintieron los apagones, que se sumaban a la falta de agua, que hasta ayer por la tarde no llegada a las viviendas.
Y es que durante la temporada de altas temperaturas la demanda de energía incrementa de 450 mega watts hasta poco más de 600 mega watts, según refirió personal que realizaba la reparación de un transformador en la colonia Santa Clara.
Aseguraron que desde principios de pasado año la CFE se ha enfocado en brindar mantenimiento a las líneas de alta tensión cambiando el 100 por ciento del aislamiento de las líneas, lo que permitiría evitar apagones y problemas por cortos circuitos.
Refirieron que debido a ese trabajo previo actualmente se registran menos cortes de la energía, aunque si se han presentado.
Anoche decenas de asistentes a una sala de cines tuvieron que ser desalojados por el desperfecto que se presentó en la subestación, localizada sobre el bulevar Institutos Tecnológicos.
Los empleados paraestatales aseguraron que hasta el momento han recibido quejas por parte de los usuarios, pero no son numerosas, y por ello es que trabajan a marchas forzadas para dar mantenimiento a las áreas que presentan fallas.
TAMPOCO LLEGÓ EL AGUA
A pesar de que este miércoles se diera a conocer que los maestros reabrieron las válvulas del acueducto Yuribia, la población minatitleca no tuvo acceso al líquido, no sólo el miércoles, sino tampoco el día de ayer.
Pocas personas dieron a conocer que alrededor de la medianoche del miércoles notaron que un hilo de agua salía de sus llaves de paso, por lo que aprovecharon desvelándose para poder abastecerse.
Después del mediodía por las calles de la ciudad se lograron observar algunas pipas que llevaron el líquido a escuelas y hospitales, aunque las quejas se generalizaron porque la mayoría de viviendas no pudieron ser abastecidas.
A los locatarios del mercado Santa Clara la falta de agua les impidió permanecer en horario corrido en sus puestos, teniendo que cerrar sus negocios al mediodía, porque los baños públicos están fuera de operación y debido a ello en vez de ganancias tuvieron pérdidas.
