19 de Abril de 2024

Recordando a  Don Chito Mendoza

LILIANA CORONA SAYUNE

Nanchital

A consecuencia de una enfermedad crónica, partió de este mundo el señor Tomás Mendoza Sánchez, recordado en Nanchital como Don Chito Mendoza, uno de los hombres más longevos al tener 103 años al momento de dar su última respiración.

 

Chito Mendoza, nació un 7 de marzo de 1912, en Salina Cruz Oaxaca y fue el penúltimo hijo que tuvo la familia Mendoza Sánchez, de donde emigró a los 15 años de edad para trabajar como "aguador" en La Francesita y en 1928 llegó a tierras nanchitecas para establecer su familia, siendo uno de los fundadores de este municipio.

En 1935, Don Chito Mendoza inició  su vida deportiva en el Beisbol junto con sus compañeros quienes hicieron equipo de la “Liga del Sureste”, que se conformaba con jugadores de Las Choapas, Aguadulce, Minatitlán y Coatzacoalcos,  actividad que dejó en 1951, siempre portando la camiseta con el número .

El 17 de febrero de 1937 contrajo matrimonio con la señora Natividad Castillo en la región istmeña Matías Romero, Oaxaca, de su matrimonio nacieron 2 hijos: Joel Mendoza Castillo (quien falleció a la edad de 50 años) y Oralia Mendoza Castillo, hija con la Don Chito vivió los últimos años de su vida.

Fue trabajador de Pemex  en el sector operativo de Nanchital, en donde se desempeñó como soldador y  se jubiló en agosto de 1966 con una antigüedad laboral de 38 años, lo que lo convirtió por muchos años en el trabajador jubilado de Pemex, más longevo de la sección 11, lo que  generó el respeto y admiración de sus compañeros.

Chito Mendoza, se caracterizó por ser un hombre feliz, a sus 102 años tuvo miles de experiencias, aunque el recordar la pérdida de sus padres, su esposa, su hijo, lo llenaba de nostalgia, ahora ya se ha reunido con sus seres amados.

Fue socio fundador de la sociedad istmeña Princesa Donají y durante su último recorrido acompañado de sus amigos paisanos, lo enmarcaron las notas musicales de Dios nunca muere, La última palabra y Naila, haciendo recuerdo de su gusto por la música, "le gustaba mucho la música de tríos, todas las tardes prendía su radio en su recamara y lo escuchaba acostado, dejó muchos recuerdos bonitos", recordó su sobrino, Omar Villalobos.

Fue un hombre de bien, de fiestas, no bebía alcohol, no fumaba, era una persona lúcida y fue el miembro de mayor edad del club LOS RUCAROLEROS, integrado en su mayoría por jubilados.

 

Católico de corazón, habitó desde 1966 su casa ubicada en la planta alta de la colonia Campo Nuevo, hasta donde acudieron familiares y amigos a darle el último adiós.


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