La falta de alimento y la intensificación de la sequía afectan al hato ganadero de la región.
Alma R. Jiménez
AGUA DULCE, VER.
En los últimos tres meses más de 50 reses han muerto debido a la falta de alimento por la temporada de estiaje, mientras que la situación se vuelve insostenible para los productores debido a la baja del precio de la carne, explicó el presidente de la Asociación Ganadera local, Mario Espinosa Ríos.
Las comunidades más afectadas por la sequía son El Granero, La Arena, Los Soldados y la comunidad agrícola Gilberto Flores y el ejido Gavilán Norte, se calcula que hasta la fecha se han perdido más de 4 mil hectáreas de pastizales del municipio por la falta de lluvia.
Los productores deben alimentar al ganado con gallinácea, melaza o pacas de alimento, que cuestan en promedio 45 pesos por paca, que sólo alimenta a dos reses al día, representando un gasto imposible para muchos productores que terminan viendo cómo se pierden sus ganancias.
Aunado a lo anterior, el apoyo que han recibido por parte del Ayuntamiento ha sido nulo, según explicó el líder ganadero, mientras otras administraciones apoyaron con la elaboración de ollas de agua para los ganaderos cada año, desde que inicio el cuatrienio de Daniel Martínez González los productores quedaron en el olvido.
De igual forma, la presencia de semovientes en las carreteras y caminos vecinales ha aumentado, exponiendo la seguridad de los conductores, quienes tiene que librar estos animales a riesgo de su propia seguridad, pues al no tener suficiente alimento y agua en los potreros las reses rompen las cercas en busca de pastizales.
A menos de una semana de que comience la temporada de huracanes en el atlántico, los ganaderos temen que la falta de lluvias hasta ahora derive en lluvias torrentosas que desencadenen inundaciones, lo que terminaría de causarles pérdidas a los ganaderos y más mortandad de semovientes.
