Martín Cruz
Nanchital, Ver.-
Persiste el desinterés de las autoridades sanitarias de no llevar a cabo la supervisión de la higiene en la que operan empresas locales dedicadas a la venta de agua purificada en garrafones, ya que la mayor parte de estas negociones son improvisadas y no cumplen con las medidas de salud que salvaguarden a los consumidores.
Hoy en día, la venta de agua purificada en garrafón ha ido a la baja frente a la competencia de empresas que vienen de otros municipios a ofrecer este mismo producto a mejores precios, así como otras que han ido surgiendo en esta ciudad que operan sin los lineamientos de salud, pero no son frenadas porque el sector salud no interviene.
Ante la competencia de firmas reconocidas no hay nada que se pueda hacer, pero es preocupante que operen purificadoras que ofrezcan agua de dudosa calidad en Nanchital ya que ponen en riesgo la salud de los consumidores pues se desconoce la procedencia y la calidad del agua; aunado a ello, los dueños de estas empresas, pueden recurrir a diversos artilugios para engañar a los ciudadanos como lo es a través de los “sellos de calidad” apócrifos que pueden conseguir fácilmente.
Las purificadoras “patito” como se les conoce casi regalan el agua a 8 o 10 pesos o a veces, para que en las tiendas pueden revenderse, mientras que el consumidor opta por el bajo costo sin importar la calidad del agua. En tanto que las autoridades permanecen ajenas, pues al parecer desde hace más de cinco años, el sector salud no realiza la inspección.
Las ventas en la actualidad de quienes se dedican a este giro han caído hasta en un 50 por ciento, lo que orilla a reducir costo y ajustar la plantilla laboral, ya que de esta única manera se puede seguir ofreciendo el servicio a la comunidad.
