29 de Marzo de 2024

Reportan crímenes de odio

(AVC)

Xalapa, Ver.- Diana Rivas, la joven transgénero que fue atacada la semana pasada en Córdoba, sigue en estado de coma, “le dieron a matar, pero esta luchando por su vida”, reconoce Jazz Bustamante, activista de los derechos humanos de la población lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual (LGBTTI) en Veracruz.

Apenas la semana pasada se dieron dos hechos violentos, ambos en Córdoba, uno de ellos le costó la vida a una joven de nombre Tania y en el otro a Diana la dejaron con heridas de gravedad “ El clima de ataque en contra de mujeres transexuales o transgénero se ha ido agravando en la zona sur y centro de la entidad”, señala.

A las víctimas de estos y otros hechos delictivos, se les ha negado el acceso a la justicia y se les revictimiza sin realizar las investigaciones a fondo, pues muchas son forzadas a delinquir bajo amenazas, otras más aún sin tener relación alguna con la delincuencia se les estigmatiza e invisibiliza.

Las heridas que sufre el cuerpo de Diana ponen en severo riesgo su vida, pues recibió lesiones en el hígado y el bazo, por lo que se mantienen pendientes de su evolución.

Sin embargo su estado de salud no es lo único que se lamenta por parte de la comunidad LGBTTI, sino la revictimización de la que tanto Diana como Tania han sido víctimas, pues a ambas se les ha acusado de formar parte de la delincuencia organizada, cuando esto no es así, al menos en uno de los dos casos.

Agregó que a esto se suma el estigma social y de medios que ha sido difundido desde la semana pasada, en donde se ha cuestionado severamente su actividad en el trabajo sexual y su identidad de género, situaciones que “deberían quedar fuera” de toda discusión, expresó Jazz Bustamante.

Estos casos, no son aislados, se tiene reporte de 15 crímenes de odio (donde las victimas don gays, lesbianas, transexuales, transgénero o intersexuales) y la octava víctima femenina de estos asesinatos, en lo que va del año.

En el caso de la zona sur, en el 2012, este fenómeno alcanzó no solo a las jóvenes mexicanas, sino también a las migrantes centroamericanas, quienes fueron víctimas de trata y desaparecidas, sin que se conociera ni siquiera su identidad o el origen.

Durante el 2012 recordó que sólo en la zona sur se identificaron fueron 32 casos de homicidio y más de 15 fueron “trans”.