29 de Marzo de 2024

Revelaciones: El negocio de la mentira

Margarito Escudero Luis

La mentira es una opción para aquellos que se sienten descubiertos, luego es conveniente hacerse el ofendido para después proceder al enojo y la violencia.

 

Y quien haya pretendido ocultar sus acciones de aquellos que pudieran reclamarle, definitivamente estaría cometiendo un fraude.

Pero además de eso, mentir está en contra de los cánones morales de muchas personas y se considera un pecado en muchas religiones.

Muchos aseguran que mentir es un arte, a pesar de que los demás sepan que se está mintiendo, al mentiroso lo soportan como un bufón.

Claro que en ocasiones, mentir es el único camino, por ejemplo, cuando se esconde a un familiar perseguido; se entiende que mentir para proteger a personas de un opresor inmoral, suele ser permisible.

Pero, también se da el caso que mentir de una forma que intensifique un conflicto en vez de atenuarlo, generalmente se considera el peor pecado.

Y parece ser que esa es la posición que toca vivir a miles de mexicanos, contra unos cuantos que salen a la luz pública a decir sus argumentos y que finalmente no logran convencer a nadie.

La tolerancia de la gente con los mentirosos es muy pequeña y a menudo sólo se necesita que se sorprenda a alguien en una mentira para que se le asigne la etiqueta de mentiroso y se le pierda para siempre la confianza.

Si de por sí, quienes se dirigen al pueblo desde la política nacional, ya se les escucha con ciertas dudas, cuando lo que dicen rayan totalmente en lo inverosímil, la gente pasa de la risa al enojo, pues se trata de un insulto a la inteligencia de los demás.

El filósofo Leo Strauss acentuó la necesidad de mentir para ocultar una posición estratégica, o para ayudar a la diplomacia.

Así lo hicieron también los representantes de la filosofía política, desde Maquiavelo hasta la "mentira noble" de Platón.

MIENTES TÚ, MIENTE LA VACA…

Entonces, basados en este precepto, los políticos se reservarían el derecho a mentir cuando mejor les plazca, o cuando queden exhibidos en su inmoralidad y corrupción.

Pero no sólo mienten los políticos. En el ámbito público se miente en todos lados, miente el juez, miente el abogado, miente el periodista.

Esconder la verdad es algo que en México se ha hecho muy común en los últimos 30 años, todos lo sabemos, pero lo hemos permitido y, aquellos que se han atrevido a desenmascarar al mentiroso, cae víctima de todo un ejército de cómplices que se benefician mutuamente mintiendo y mintiéndose entre sí.

El caso es que este recipiente llamado México, está hasta el tope de mentiras, ya no cabe una más; así que los mentirosos puestos al descubierto y sin poder agregar un engaño más, pasarán del cinismo al enojo y de ahí a la violencia sólo hay un paso.

Y mucho hay de cierto en la frase atribuida al filósofo griego Aristóteles: “El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad”.

Lo grave en este caso, es que los embusteros están en peligro de perder sus posiciones privilegiadas. Han pasado del pasmo al discurso agresivo, a la amenaza velada. Se ha colocado en la ruta de utilizar el poder que les da la ley, para someter a quienes se atrevan a cuestionar.

Václav Havel, escritor, dramaturgo y político checo, que falleció en 2011 aseguró que “La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre significarán el seguro camino del fin”.

¿Estaremos en esa situación?

VÍSPERA DE REPRESIÓN

El general retirado, José Francisco Gallardo Rodríguez, dijo en una entrevista concedida a la revista Proceso que, con su actitud tras los hechos de Tlatlaya y Ayotzinapa, el presidente Enrique Peña Nieto le está apostando a la represión.

 Es bueno recordar que el General Gallardo intentó (sin éxito) crear la figura del ombudsman castrense, y mucha razón tenía el militar, pues hoy, más que nunca están necesitando de esa figura en las fuerzas Armadas.

Sin duda que, quienes quieran minimizar lo que sucede en el país, están equivocados; hay mucha información a la que el grueso del pueblo no ha tenido acceso.


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