Para la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) es una incipiente inyección de oxígeno, el depósito que se le hizo el día de ayer por el Gobierno Federal, por la cantidad de 250 millones de pesos, que fueron recuperados de dos de las empresas fantasma detectadas por la Procuraduría General de la Republica que encabeza en Senador con licencia Raúl Cervantes Andrade. Sin embargo, hoy que rinde protesta como gobernador constitucional del estado de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, se estrena con un tema urgente de atender como lo es el desabasto de medicamento e incluso alimentos en todos los hospitales de la entidad veracruzana.
Aunque les dieran vía finanzas la totalidad de los 420 millones de pesos recuperados, esto será apenas un “mejoralito” para atender la magnitud del problema financiero de Veracruz, del que ha dicho Clementina Guerrero García, titular de la Sefiplan, que si el estado fuera una empresa, esta estaría totalmente quebrada. Sin duda se requiere muchísimo más, para lo cual en el gobierno entrante se deberá usar todo el talento para reactivar las finanzas con un esquema que no dañe más a las familias veracruzanas, tan castigadas en los últimos años. Se espera que no sea por la medida más clásica y fácil que es por la vía de nuevos impuestos, como la pretendida reactivación del pago de la tenencia vehicular.
Otro reto que habrá de enfrentar el gobernador Miguel Ángel Yunes, por lo que respecta a la zona sur, tiene que ver con la multitomada y bloqueada presa del Yuribia, a manos de autoridades y pobladores de la sierra. En ese sentido, el ingeniero Oliver Damas, secretario del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, exhortó a las nuevas autoridades estatales a respetar y dar seguimiento a los compromisos contraídos con las comunidades serranas.
Aunque todos los conflictos derivado del cierre de válvulas del Yuribia, que deja sin el líquido a más de medio millón de habitantes, invariablemente culminan con una firma de minutas, que no son otra cosa que desplegados de buena voluntad y actos de fe, además del reparto de carretonadas de billetes, que finalmente reciben los líderes indígenas; es necesario que se atiendan las demandas de todos los pobladores en materia de obra pública y salud entre otros rubros. A quienes menos conviene la solución definitiva a esas demandas, es a los líderes, quienes ya encontraron su minita de oro en ese círculo vicioso que se ha convertido la entrega de dinero a cambio de liberar la presa. Es deseable que con la llegada del nuevo gobierno, se tomen medidas definitivas y se dé la aplicación de la ley, en caso del chantaje de los cierres de válvulas.
