25 de Abril de 2024

COMENTADAS

De nueva cuenta, Veracruz está en el ojo de huracán a nivel nacional dentro la agenda temática de los mass media. No, es esta vez no es por el caso de Javier Duarte ni por los desvíos millonarios. Se trata del asesinato del alcalde electo de Hidalgotitlán, Santana Cruz Bahena, quien fue ultimado el pasado lunes en las afueras de su domicilio.

Este caso ha conmocionado no solo a la entidad sino ha sido motivo de escándalo a nivel país. Y es que la razón obedece a un criterio; esta ejecución de un político de Nueva Alianza –que antes ya había sido alcalde de Nanchital- no es porque se trate de una venganza política o de tintes partidistas por el poder, sino más bien tiene toda la fachada de ser un ajuste de cuentas dentro el crimen organizado en esa localidad, que es considerada una de las más pobres en la zona sur del estado.

Santa Cruz Bahena no alcanzó esta vez a asumir el poder. El munícipe electo tomaría protesta de ley el primero de enero por un periodo de cuatro años, pero una lluvia de balas terminó con su carrera.

El político del PANAL fue atacado por hombres armados en la colonia Centro de su municipio. De acuerdo con testigos, los agresores vestían uniformes tipo militar y se trasladaban en camionetas de redilas.

La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Fiscalía Regional de la zona sur-Coatzacoalcos, inició la investigación por el homicidio, el cual podría haber sido perpetrado por un grupo delictivo vinculado al tráfico de combustible robado, según había manifestado la dependencia en un comunicado.

Sin embargo, también existe una voz tácita, un testimonio latente, el vox populi del pueblo de Hidalgotitlán, que –según mencionan- asegura que este crimen fue perpetrado por un grupo de autodefensas que opera en esa zona.

Y lo que es más impresionante: este grupo delictivo que acribilló al alcalde electo es muy numeroso. Los datos disponibles que ha revelado incluso el propio Ayuntamiento es que se trataban de más de 200 pistoleros que iban a bordo de por lo menos 20 camionetas.

Todos ellos, insisten las autoridades municipales, portaban armas largas y grueso calibre, que son exclusivas del Ejército. Esto nos habla de que en la zona sur del estado existe una fuerza armada, paramilitar, que opera libremente en el territorio veracruzano.

Las revelaciones periodísticas publicada por la prensa refieren que existen grupos armados, denominados autodefensas, en el Uxpanapa, en Jesús Carranza, en la zona rural de Minatitlán, en Las Choapas y ahora en Hidalgotitlán.

Por lo pronto, ahora esta localidad donde acribillaron al alcalde electo está prácticamente sitiada por el Ejército, la Policía Estatal, la Federal. En lo que los medios locales han llamado un Hidalgotitlán blindado, en alusión a la sombra duartista del operativo Blindaje diseñado por Bermúdez. Al parecer, esa misma sombra es la que permea en este Gobierno que se asume del cambio, cuando todo sigue igual o es que peor, en materia de inseguridad.


Banner - Biosensor

LO ÚLTIMO EN EL HERALDO