A medida que la nueva administración del ayuntamiento de Coatzacoalcos tiende a escarbar, empieza a brotar la purulencia de las prácticas de Joaquín Caballero; por lo pronto se ha descubierto la existencia de “aviadores” en el departamento de Protección Civil, donde su titular David Esponda ha declarado que hasta el momento cuando menos se detectó la existencia de cuatro personas que estaban cargadas a la nómina municipal, sin desempeñar función alguna.
Eso parece ser solo la punta del iceberg, ya que todo indica que ese fraude a las arcas municipales se venía dando en diversos departamentos, lo cual implicaba que se desviaran recursos, que bien pudieron ser utilizados para afrontar los compromisos no cumplidos con proveedores que se quedaron solo con las mentiras de Caballero Rosiñol. En ese sentido, les estaría resultando responsabilidad a los ex titulares de otros departamentos como el de Egresos, donde despachaba un tal Héctor Puga, que se sentía bordado a mano y trataba con la punta del pie a quienes acudían a cobrar lo que les corresponde.
Otro robo en despoblado que hizo la administración joaquinista, tiene que ver con la “contratación” de una empresa fantasma para el cobro y recaudación del impuesto predial, trabajo que realizaban los propios empleados municipales pero que cobraba la mencionada empresa, lo cual era una burda simulación para desviar recursos. Lo cierto, es que el alcalde Víctor Carranza ha declarado que tan solo en ese rubro se le dejó una deuda de 4 millones de pesos, por un servicio que no se daba en la práctica.
En esos temas y los que vayan saliendo donde se pueda comprobar la desviación de recursos, la administración que encabeza el ingeniero Carranza deberá llevar las investigaciones y denuncias correspondientes hasta sus últimas consecuencias, habida cuenta de que la ciudadanía que se volcó en las urnas en su favor, espera que este gobierno realmente responda a las grandes expectativas de cambio, de lo contrario habrá una gran decepción en un año electoral y la respuesta a favor o en contra, podrá verse reflejada nuevamente en las urnas.
Una decisión que tuvo que tomar el alcalde Víctor Carranza y que ha generado polémica y división de opiniones de la ciudadanía, es la cancelación del carnaval Coatza en su versión 2018. Las razones que argumenta el edil porteño, tienen que ver con las finanzas que le dejó la administración anterior y el tener que dar prioridad a otros temas. Sin embargo, hay quienes opinan que se debió de haber dado la organización de ese evento a la iniciativa privada, para que no se prive a la gente de este evento, que es ya una tradición.
Por otro lado hay quienes apoyan la decisión del Alcalde, y señalan que hay otras cosas más importantes que atender; otros incluso externan cuestiones de carácter moral y religioso para no llevar a cabo lo que también se conoce como la “fiesta de la carne”. Lo cierto es que para el gobierno municipal, la organización de este evento representa tener que erogar grandes cantidades de dinero, aunque hay quienes afirman que esto es un gran negocio para los gobiernos en turno. Si eso fuera tal negocio, el Ayuntamiento no hubiera tenido que cancelarlo, sin embargo eso es un gran mito, ya que los eventos del carnaval son gratuitos.
