27 de Abril de 2024

La píldora mágica para el coronavirus.

Por muchos años he escuchado gente en terapia buscando una cura a todos sus males, a la depresión, a la ansiedad, a su relación abusiva con su pareja en turno o con su familia, también a sus demás males corporales, hipertensión, diabetes, sobrepeso, etcétera, pero la realidad es que al día de hoy no existe una píldora mágica que arregle la vida de las personas, tiene que haber un proceso de por medio donde la voluntad y el deseo de cambiar juega un papel primordial, aunque conlleve pasar por dolor y cansancio.

En estos momentos de incertidumbre donde millones de personas nos hemos ido a cuarentena por el coronavirus y muchos más millones no han podido encerrarse en sus casas por su situación económica, infinidad de laboratorios a nivel mundial han buscado crear una vacuna que nos permita volver a la normalidad y seguir con nuestras actividades cotidianas pero en medio de todo este caos resulta que no todo ha sido negativo, por el contrario, pareciera que poner a media capacidad el modelo neoliberal capitalista que reina globalmente ha traído consigo una mejora en la flora y fauna que no se había visto en años, poniendo en duda si regresar a la “normalidad” después de esta pandemia es lo más adecuado.

No estoy de acuerdo con las posturas radicales que afirman que el verdadero virus que está matando al planeta somos la humanidad, pero sí concuerdo con que es necesario cambiar nuestro modo de consumo si no queremos acabar con nuestra propia especie, de acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente la mayor parte de las pandemias ocurridas han sido debido al cambio de uso de suelos, la deforestación, el consumo de fauna silvestre para humanos y la mermada salud de los ecosistemas causada por una explotación desmedida, también alertan que los nuevos virus mortales irán en aumento si no comenzamos a hacer las cosas distinto.

Quienes nos hemos quedado en casa quizás hemos escuchado acerca del tandeo de agua en las colonias y la “invitación” a que racionemos su consumo, en el 2020 no solo nos enfrentamos al covid-19, también a una sequía sin precedentes, que va a afectar en la producción de carne y alimentos, así como en todas nuestras actividades, aun así  no tenemos del todo presente la importancia de frenar las actividades donde envenenan el agua, como es la minería o la industria de la moda, por poner solo algunos ejemplos.

Quizás en un futuro no muy lejano encuentren una vacuna que nos permita combatir de una manera más eficiente al coronavirus, pero eso no quiere decir que sea una cura definitiva a los principales males que nos acechan, de hecho todo apunta a que si no llevamos de manera global una serie de cambios que nos permitan convivir de una mejor forma con el ecosistema que nos rodea, nos vienen cosas mucho peores, no existe una píldora mágica, no hay un modo posible en que sigamos sosteniendo el nivel de consumo que hemos llevado en los últimos 40 años, quizás esta sea la última llamada de atención que tendremos antes de que no haya vuelta atrás, necesitamos pedir a nuestros gobiernos acciones contundentes, así como sociedad apoyar y acatarlas, de otro modo, ni siquiera puedo imaginar la que nos espera.


Banner - Biosensor

LO ÚLTIMO EN EL HERALDO