YARA AMANDA MEDINA MEJÍA
A tener un 1.6 millones de personas infectadas; La lista de personas fallecidas por Coronavirus seguirá creciendo para Estados Unidos ya que se espera se superará la preocupante barrera que los acecha, sobrepasando los 100mil muertos en cuestión de días.
Tenemos que reconocer que han sido de los países más pendientes a realizar pruebas en todos sus habitantes, el vicepresidente de la nación: Mike Pence informó que el promedio de pruebas que hacían era de más de 150 mil pruebas diarias y el reporte más actualizado que brinda Centros para el Control y Prevención de Enfermedades es que en Estados Unidos notifica que es el total de pruebas realizadas activamente son 14,131,277.
El dato característico de esta movilidad es que, de esta cantidad de pruebas, el 13% son positivas. Siendo claramente un alto y preocupante índice de personas parecientes de este virus, provocando incertidumbre a ojos del escenario internacional y de la misma población estadounidense sobre la factibilidad de reabrir los negocios en estas últimas semanas.
Nos encontramos en una situación global en que algunas personas se han aventurado a volver a visitar restaurantes, oficinas y lugares de culto a pesar de la situación en la que se encuentran. Algunas otras personas continúan en casa tanto como sea posible.
En el caso específico de los Estados Unidos, los expertos en salud dicen que preferirían esperar a ver pruebas ampliadas, rastrear contactos de personas que tenían el virus, mejorar las opciones de tratamiento y el desarrollo de vacunas, mientras que algunos funcionarios estatales consideran pasar al siguiente paso del proceso de reapertura.
En los reportes diarios que emite el periódico NewYorkTimes se distingue que la mayoría de los estados que han aceptado reabrir sus negocios lo están haciendo con más casos nuevos o con un porcentaje mayor en sus pruebas como positivas que al inicio de que la iniciativa fuera solo prevista.
Haciendo un enfoque especial en el estado con la situación más crítica del país y de hecho la más alarmante respecto al resto del mundo.
Nueva York, es el epicentro del brote de coronavirus en los EE. UU y está particularmente concentrado en la región de la ciudad de Nueva York con 367,625 casos totales y aproximadamente 29,000 muertes.
A pesar de estas cifras, el gobernador Andrew Cuomo ha descrito un plan para reiniciar la economía, comenzando con la fabricación y la construcción, y sugirió que los deportes profesionales podrían reanudarse sin fanáticos. Sugirió que los datos se tendrían que evaluar en intervalos de dos semanas, y que las empresas que deseen reiniciar sus labores serían evaluadas individualmente para determinar qué tan indispensable y esencial es el servicio que brinda ese negocio y qué tan riesgoso es la apertura de este para el rostro de la población.
Se pone en duda el mensaje que se transmite a las demás personas sobre la cuarentena y es por eso por lo que intenta dirigir mayormente su discurso a las empresas y negocios.
Alentó a que las empresas desarrollen sus propios planes de reapertura, que incluyen equipar a los empleados con equipos de protección personal, forzar el distanciamiento social entre ellos y los clientes, además de implementar las pruebas en el lugar de trabajo. Hace énfasis en como será la adaptabilidad a la “nueva normalidad” y que depende mucho de ellas.
Es complejo evaluar el costo-beneficio que conlleva la reapertura de los negocios por el rumbo que la economía ha tomado, pero cuando se parte de los datos sobre las condiciones que ponen en riesgo la vida de las persona ante la exposición del virus y apuntar a un colapso aún más grave en el sector salud, siendo este uno de los actores más preocupados por las decisiones que ha tomado el gobierno estadounidense y la participación que ha tenido la gente que incluso ha protestado por mantenerse en aislamiento y no creen en la legitimidad del método para no propagar el virus.
De las especificaciones que estableció la Casa Blanca para la reapertura, indicó que los estados deberían ver una disminución en el número de pacientes con síntomas referentes al coronavirus y normalizar las capacidades de los hospitales; el defecto en esto fue que el protocolo en general carecía de detalles sobre cómo medir las recomendaciones.
Como muchos estados no han podido cumplir con los criterios establecidos, Kimberly Powers, epidemióloga de enfermedades infecciosas en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill explica que abrir tantos lugares antes de que se vean cifras con una disminución significativa implica que exista entonces un riesgo considerable de que resurja la fortaleza de la pandemia.
Aún así, sobre las noticias más recientes. Nueva York se prepara para la apertura paulatina mientras registra cifras de ser el lugar más afectado en el mundo por coronavirus.
En una de las más recientes conferencias de prensa que emitió el gobernador de Nueva York, recalca que haber presentado 84 muertes en 24 horas “es una buena noticia” ya que habían dejado de presentar más de 100 casos por día e incluso firmó una orden ejecutiva en donde se permitían las reuniones de hasta 10 personas afirmando que teóricamente esto no tiene porque afectar la tasa de infección en el estado y la capacidad de completamente reabrir el estado.
Este tipo de alternativas dependen en la mayor, si no es que total, parte de la participación ciudadana; es importante evaluar el riesgo que conlleva actuar ante este permiso y ser congruentes con el juicio que se emite a partir de conocer los hechos y las estadísticas.
Un fragmento de la conferencia de prensa de Andrew Cuomo:
“Pero frente a las personas y la propagación del virus, solo les doy la información y luego digo: Por favor, escuchen los hechos. Por favor, ejerza diligencia y juicio. Por favor, por favor. Y esto es lo que sucede si no lo haces. Y aquí están los hechos. Y ahora sopesas la recompensa de riesgo. Pero si no tiene que estar con un grupo de 10 personas, no esté con un grupo de 10 personas. No significa, OK, el gobernador firmó una orden ejecutiva de hasta 10. Ahora hagamos una fiesta de 10 personas. No." (Cuomo, 2020)
