25 de Abril de 2024

Revelaciones: La fiebre de consulta popular

Margarito Escudero Luis

En México, la Representación Proporcional es el principio establecido por la Constitución Política para elegir a 200 Diputados Federales mediante un sistema de cinco listas regionales en que se divide la República y a 32 Senadores de una única lista.

Este concepto aparece por primera ocasión en México con motivo de las Reforma Política de diciembre de 1977 para el caso de los diputados y en agosto de 1996 para el caso de los senadores.

 

En este sistema, cada partido político lista a 200 ciudadanos para acceder a las diputaciones según este principio, de donde, dependiendo del número de votos que en total haya obtenido el partido a nivel nacional, tendrá derecho a una cantidad de diputados federales que proporcionalmente le corresponda según un cálculo aritmético.

Una vez determinada la cantidad de diputados, se procederá a designarlos a partir del primero que aparezca en cada lista y hasta que se agote el total de diputados que le correspondan al partido político.

Este procedimiento fue creado durante el gobierno de José López Portillo, para dar paso a una de las primeras reformas políticas y electorales que el país reclamaba.

La situación política era tensa, Octubre de 1968 no estaba tan lejos y los grupos políticos surgidos del movimiento estudiantil del 68, reclamaban participación justa en la contienda política del país.

La sociedad mexicana cuestionaba duramente el autoritarismo del gobierno,  por primera vez en mucho tiempo, se dio una gran movilización social, donde los grupos de izquierda tuvieron un protagonismo importante.

Durante la elección presidencial de 1976, el Partido Comunista Mexicano, lanzó como candidato a Valentín Campa, sin que hubiera apertura alguna, el PCM no tenía registro, sin embargo Campa hizo campaña como candidato independiente.

La movilización social obligó al gobierno a realizar reformas, así surgió la primera Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE), que fue una especie de biblia en esos años para los partidos de izquierda, verdadera, donde estaban el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido Comunista Mexicano (PCM) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

IZQUIERDA INGENUA

La idea central de la creación de las diputaciones y senadurías de representación proporcional, era dar posibilidad de representación en las cámaras a los partidos pequeños, pero las grillas del partido en el poder, dieron al traste con la reforma.

Luego los partidos de izquierda verdadera se unieron en una gran coalición nacional, derivada también de una gran fractura en el partido tricolor, y que culminó con la creación del partido de la Revolución Democrática (PRD), movimiento que sirvió para sacar del espectro político mexicano a la izquierda verdadera, marxista y revolucionaria.

Luego las aguas se calmaron y las legislaturas plurinominales se convirtieron en un gran negocio para los dirigentes de partidos, donde la chiquillada no tenía gran oportunidad y sólo sirve para que el PRI y sus comparsas, PRD y PAN tengan más legisladores sin hacer campaña.

Así, la plurinominal se convirtió en un estorbo y provocó el descontento social ante la percepción de que los diputados son los grandes holgazanes del país, que cobran enormes salarios y son una burla para los mexicanos que apenas sobreviven con un mísero salario.

GENERAR RUIDO

Así que parecería raro que el PRI promueva una consulta popular para ver si la gente está de acuerdo en que eliminen las pluris, pero lo cierto es que vieron la posibilidad de generar simpatías sin meterse en tanta bronca, además de poder generar confusión entre los ciudadanos ante la recolección de firmas que realizan PRD y Morena con miras a la consulta popular contra la reforma energética.

Porque antes de esta genial idea que lanzó César Camacho Quiroz, dirigente del PRI, estaba coqueteando con la idea de preguntar a la gente si quería modificaciones sobre el salario mínimo, pero ahí sí metería en problemas a sus patrones dueños de las empresas trasnacionales.

Pero la pretendida consulta popular sobre el salario mínimo, la promueve el PAN, o sea que se ha desatado una fiebre por consultas populares, y todo para agriarle la sopa a los perredistas y morenistas, que iban solos en esa carrera.

Las intenciones priistas y panistas no son del todo a favor de la población, sino que buscan crear confusión en el electorado que, en caso de llevarse a cabo todas esas consultas, tendría un montón de papeletas que atender en una sola elección.

Entonces si los llamados izquierdistas creen que a través de la vía electoral llegarán al poder, pues que con su pan se lo coman.


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