25 de Noviembre de 2024

¿Vimos lo último de Brees, Roethlisberger y Rivers?

Agencias

Esto

Tomar la decisión de retirarse es la más difícil para cualquier jugador, pero a la vez una medida que todos quieren tomar a tiempo, cuando dejaron una buena impresión en el emparrillado con lo último que tenían en el tanque y no en pleno declive como sucede en ocasiones. La temporada 2020 pudo ser la última para tres quarterbacks dignos del Salón de la Fama en la NFL: Drew Brees, Ben Roethlisberger y Philip Rivers.

Lesiones, altibajos, las cualidades que ofrecen las nuevas generaciones de mariscales de campo y sobre todo la edad son factores que tienen en el aire el futuro de estas estrellas, quienes han sobresalido en la liga durante, por lo menos, las últimas 15 campañas. Los tres pasadores lograron comandar a sus equipos a los playoffs, pero se quedaron en el camino. Dos de ellos superados por jóvenes (Baker Mayfield y Josh Allen) con una aptitud que se ha vuelto vital en el campo: la movilidad.

Si bien todo parece indicar que Brees jugó su último partido como profesional en la ronda divisional ante Tampa Bay, el jugador de Nueva Orleans mencionó que se tomará un tiempo para meditarlo: “Voy a darme la oportunidad de pensar en la temporada, de pensar en muchas cosas, como lo hice el año pasado y tomaré una decisión”, señaló.

Tras la derrota contra los Bucaneros, el veterano se fue rumbo a los vestidores con mucho sentimiento, mandó besos a los aficionados en las tribunas y antes de entrar al túnel se tomó un instante para voltear a ver quizá por última vez el césped del Mercedes-Benz Superdome; su casa desde 2006. Durante la campaña tuvo 11 costillas rotas y un pulmón dañado, lo que complica aún más la opción de verlo de regreso. Una motivación extra para preferir el retiro es su contrato que ya tiene firmado con la cadena NBC para convertirse en analista.

El legendario quarterback de los Saints será inmortalizado en Canton, Ohio, en su primera oportunidad gracias a su desempeño por años y los múltiples récords que posee. Más yardas por pase (80,358), segundo en envíos de anotación (571), campañas con más de cinco mil yardas (5), entre muchos otros

Por su parte, Ben Roethliberger brilló con los Steelers durante más de la mitad del 2020. La franquicia fue la última en perder el invicto (11-0) y parecía encaminada por lo menos para llegar al Juego de Campeonato en la AFC; sin embargo, Pittsburgh colapsó; perdieron cinco de sus últimos seis encuentros, incluyendo su debacle en la ronda de comodines ante Cleveland.

68 pases, 501 yardas y cuatro pases de touchdown suenan como números increíbles para el Big Ben, pero lanzó tres intercepciones en poco más de dos cuartos y el 28-0 a favor de los Browns temprano en el encuentro se convirtió en un marcador imposible de remontar. Al final le robaron cuatro envíos y la franquicia se despidió de forma amarga ante su público en el Heinz Field.

A mediados de diciembre trascendió que el Big Ben piensa regresar, pero el panorama luce más complicado de lo que se cree. El impacto de su contrato para 2021 será de 41 millones de dólares, el más elevado en la NFL. Debido a la pandemia, el tope salarial en la liga bajará de 198 a 175 MDD. Pittsburgh se enfrentará a ese problema y cortar a su quarterback solucionaría sus finanzas.

Una reestructuración de contrato es otra opción, pero con una gran camada de pasadores en el Draft, se espera que busquen a su próximo jugador franquicia. La imagen de un Ben Roethlisberger que rompe en llanto por la dolorosa eliminación, sentado en la banca al lado de su centro Maurkice Pouncey, quien ha sido su compañero por 10 años, pudo ser su última vestido de negro y amarillo.

La historia de Philip Rivers difiere con la de Brees y el Big Ben. El ex mariscal de campo de los Chargers pudo finalizar su carrera hace un año, pero aún se sentía en condiciones para jugar y los Colts, un conjunto completo en todas sus áreas, menos en la posición de quarterback, le dio la oportunidad.

El veterano respondió guiándolos a los playoffs. Ante Buffalo jugó un buen partido, pero algunos detalles en el momento de ejecutar como falta de precisión en una cuarta y goal aunado a su escasa movilidad o capacidad para improvisar, terminaron con Indianápolis. Una vez más, el gerente general Chris Ballard se enfrenta al dilema de retener al veterano, buscar un cambio, firmar un agente libre o tomar a un pasador en el reclutamiento colegial.

El egresado de la Universidad de NC State se ha convertido en un hombre de acero; acumula 240 encuentros de fase regular como titular de manera ininterrumpida. Ni una lesión en el pie lo privó de disputar todos los partidos con Indy. Quizá la más grande demostración de su dureza fue cuando jugó en el AFC Championship de 2008 con una rotura de ligamentos.

Rivers tiene claro su futuro, tras el choque contra los Bills expresó: “Si Dios quiere que siga en Indy con los Colts, aquí estaré, si no, estaré en la banca con una gorra en la cabeza entrenando”.

Si las tres leyendas ponen punto final a sus carreras, habrán jugado su último partido en la etapa playoffs, lo que refleja la constancia que caracterizó a sus carreras. Los tres poseen marcas de todo tipo que perdurarán por años en la liga.


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