Agencias
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La Selección Mexicana llegó a Viena con malas noticias. Previo a su segundo partido amistoso ante Costa Rica, Néstor Araujo causó baja de la convocatoria. El defensor presentó una lesión en el aductor izquierdo, que no le permitió entrenar al parejo de sus compañeros en Cardiff, mucho menos estar en el encuentro contra Gales, que perdió el Tricolor por la mínima diferencia.
A pesar de que el Tata Martino es enemigo de que sus jugadores abandonen la concentración antes de tiempo, en este caso fue necesario. Será con su equipo en España, el Celta de Vigo, donde el zaguero será evaluado para saber la gravedad de sus dolencias.
Raúl Jiménez fue el otro jugador que no viajó al país austriaco. El delantero sólo fue invitado para estar en el primer duelo, debido a que todavía no está apto para jugar después de la fractura de cráneo que sufrió hace algunos meses con el Wolverhampton. El canterano de las Águilas sí entrenó con el equipo, no tuvo contacto con el balón, pero el trabajo físico lo hizo al parejo. Lo importante de su llamado fue que pudo platicar de cerca con el seleccionador. Los próximos 50 días serán importantes para saber cuándo podrá regresar a los terrenos de juego, donde ya no exista peligro alguno.
«Raúl está haciendo todos aquellos trabajos con nosotros de forma normal, cuando hay un trabajo de contacto físico específico lo dejamos trabajando aparte. Nosotros nos manejamos bajo los protocolos que la gente de su club nos ha dado tanto en el control médico como en los trabajos de campo. Nosotros nos movemos al son de los trabajos y el seguimiento médico que ellos le hacen», expresó Gerardo hace un par de días.
Será este martes cuando el Tricolor enfrente a los Ticos, con el objetivo de mostrar un mejor futbol y una mejor imagen en la ofensiva, de la cual careció ante su similar de Gales.
