Calles en mal estado, amenazas constantes de pandilleros, delincuencia y olvido de autoridades, es lo que caracteriza a la colonia Transportistas, sitio donde cada vez es más peligroso vivir.
YANDDERITH RODRIGUEZ
Coatzacoalcos
Las horas las tienen contadas, la seguridad pareciera jamás favorecerlos y a la vista de todos, las autoridades no han destinado obras y proyectos que mejoren la calidad de vida de más de 150 familias de la colonia Transportistas.
Sus calles más que deplorables son una amenaza constante para los residentes, el estado en el que se encuentran evita que los colonos puedan disponer del servicio de transporte público teniendo que caminar largos tramos para llegar a sus domicilios, sin embargo muchos suelen ser víctimas de la delincuencia, y otros más a pesar de esto, no denuncian los hechos por temor a represalias.
Los servicios en el lugar, son escasos, muchos postes dañados, las luminarias obsoletas, y las calles peligrosas ante la presencia de grupos de pandilleros que desde hace años han atemorizado a los habitantes, y pese al grado de inseguridad, aun no cuentan con un adecuado servicio de vigilancia.
TEMEN LO PEOR
El pandillerismo ha sido por años uno de los problemas más difíciles de erradicar, combatirlos no es tarea fácil, ya que los actos de represalias es lo que mantiene de brazos caídos a los residentes, teniendo que soportar las agresiones físicas, verbales y hasta amenazas.
“Es peligroso andar por estas calles en la noche, todo está oscuro, y aunque te estén agrediendo y la gente lo veo, nadie hace ni dice nada, por eso estamos así. A nosotros no nos queda de otra más que estar encerrados en la casa, y no salir a menos que sea necesario”, manifestó uno de los habitantes del sector.
El patrullaje en la zona, aseguran los habitantes, no ocurre a menudo, dejando las calles en manos de delincuentes provenientes de sectores cercanos como; El Tesoro, Teresa Morales y Peloteros.
“Antes no teníamos tantos problemas con el pandillerismo, pero ahora es muy peligroso hasta salir a comprar a la calle, nos preocupa porque nuestros hijos que vienen de las escuelas a veces son agredidos, a las jovencitas la siguen, las insultan y hasta las han querido atacar y la gente no hace ni dice nada, estamos peor que olvidados”, dijo.
Entre sus necesidades están el mejorar sus calles, muchas de estas aun sin obra de pavimentación, a causa de la falta de acuerdos entre residentes, las zonas bajas actualmente son de las más perjudicas por las lluvias, dejando inundadas estas zonas, que como resultado dejan daños y enfermedades a los residentes.
OSCURIDAD Y TEMOR
Al llegar la tarde, los residentes tiene dos opciones; permanecer en sus viviendas, o salir a las calles a exponerse a algún acto delictivo, siendo difícil el acatar la segunda medida debido a que muchas madres de familia prefieren ir por sus hijos estudiantes a las escuelas ante el temor de que sean agredidos.
“Hace tres meses se le pidió a las autoridades que nos apoyaran con más patrullas para que vigiaran las calles, los pandilleros ya saben que como no tenemos seguridad, por eso vienen a hacer de las suyas, rallan las paredes, rompen las ventanas, y los fines de semana es peor, porque se ponen a tomar en lugares públicos”, dijo.
El único centro recreativo ubicado en la colonia Transportistas, es ahora punto de reunión de delincuentes, los niños han dejado de visitarlo y ante esto la maleza ha invadido el lugar, convirtiéndose también en basurero clandestino.
“Como ya ni ocupan el parque, llegan a dejarla basura, cuando llueve todos esos desechos son arrastrados por el agua y quedan frente a las viviendas, no tenemos servicio de limpia pública, tenemos que caminar hasta la entrada y muchos por flojera tiran la basura donde no deben”, agregó.
Algunas calles presentan graves daños por el paso constante de unidades pesadas, dejando las vías alternas un desastre, que impiden que los residentes puedan caminar tranquilos y sin sufrir accidentes para llegar a sus domicilios.