Es una de las tantas colonias de la ciudad, que han quedado en el olvido por parte de las autoridades, la delincuencia avanza a paso veloz, mientras que los resientes se quedan de brazos cruzados.
YANDDERITH RODRIGUEZ
Coatzacoalcos
“Nunca pensamos pasar por esto”, Hace cuatro años la familia Gonzales, decidió adquirir un pequeño terreno en la colonia Kilómetro 7, por el costo, les pareció accesible, más no las condiciones, sin embargo venían de un sitio aun peor.
Con el tiempo construyeron su vivienda a base de lámina, todo parecía ir bien, pero jamás imaginaron que tenían dos enemigos frecuentes; la delincuencia y las lluvias.
Pronto llegarían las lluvias del mes de septiembre, por la ubicación en zona baja, bastaron unos cuanto minutos para que el jefe de familia se diera cuenta del grave error de haber adquirido un terreno en una de las zonas más inseguras de la ciudad, donde desde hace muchos años, no se destinan proyectos que logren mejorar la calidad de vida de los residentes.
Su única vía de acceso es considerada un peligro, tanto para peatones como conductores, en el área de retorno se han registrado asaltos con lujo de violencia, y en las noches es preferible no transitar por el lugar, ya que se convierte en punto de reunión de delincuentes y pandilleros, a todos estos problemas se suma la falta de servicios básicos, principalmente alumbrado público, necesario durante las noches.
DE REUNIÓN EN REUNIÓ Y SIN RESULTADOS
Diversos representantes del sector han abandonado el cargo, muchos por amenazas, otros hartos de solicitar apoyo y tener que soportar los reclamos de los propios residentes., que como suelen decir. "nunca hacen nada”.
En plática con una de las vecinas del lugar, y quien años atrás ocupo el cargo de representante del sector, comentó que a causa de amenazas se deslindó de todo problema que ocurrían en su colonia.
“Puse en riesgo a mi familia, gastaba tiempo y dinero en estar dando vueltas para que nos cumplieron con los servicios, cuando se juntó el dinero para la pavimentación se metieron a robar a la casa, sufrí como nunca pensé, por eso mejor me deslindo de todo lo que tenga que ver con esta colonia”, dijo.
Aunque las amenazas aun no cesan, comentó que las necesidades en la colonia Kilómetro 7 son muchas, no solo para mejorar su única vía alterna, puesto que la delincuencia es uno de los problemas más difíciles de erradicar.
NI PARA BIEN, NI PARA MAL
Nadie solicita obras, pocos se atreven a acudir directamente con las autoridades a pedir apoyo, la mayoría “de brazos caídos”, ante la incesante inseguridad en la zona, las noches son críticas, bien saben que son las horas propicias para delinquir y ser agredidos, el tránsito de vehículos es justamente para lo necesario, y mientras los habitantes están encerrados en sus viviendas, hay otros que durante esas horas, llegan de sus trabajos con temor a no regresar con bien a casa.
LLUVIAS: AMENAZA PRINCIPAL
No hay suficientes coladeras, y las pocas que hay, están repletas de basura y escombros, la insalubridad es desmedida y provocada por los propios residentes, las calles aun sin pavimentar son las más afectadas en temporada de lluvias formándose enormes hoyancos que impiden el acceso a las unidades, y quienes cuenta con un vehículo, no les queda más que dejarlos estacionados sobre la vía principal, sin embargo se llevan una desagradable sorpresa, ya que al día siguiente los encuentras desbalijados.
“Se les pidió desde hace un año que por lo menos vinieran a rellenar la calle, hay muchos huecos y cada vez que llueve no se puede ni salir, para esperar el taxi hay que caminar varias cuadras porque casi nadie entra, por lo mismo que están en muy malas condiciones”, dijo vecino del sector.
Ante esto piden mayor seguridad, principalmente en el área de retorno, donde ya es común que por las noches los delincuentes se escondan en el lugar en espera de agredir a los peatones y conductores.