FÉLIX OLARTE FERRAL
Coatzacoalcos
Ayer se cumplieron dos días de que el acceso a vehículos de Pemex y de compañías privadas a los campos petroleros Rabasa y Diamante, en la zona rural de Coatzacoalcos, permanecen bloqueados por habitantes de los ejidos La Esperanza, Francisco Villa y Guillermo Prieto.
Desde el pasado domingo por la tarde, cansados de que la empresa pública lo rehabilita sus caminos, los ejidatarios procedieron a cerrarle el acceso hasta que inicien los trabajos de mantenimiento de más de 30 kilómetros de carreteras.
Lo único que está permitiendo circular por esas comunidades son vehículos particulares de ellos mismos, así como los que surten diferentes productos, pero los de Pemex y las compañías privadas no lo pueden hacer.
Víctor de la Fuente López, subagente municipal del ejido La Esperanza indicó que en repetidas ocasiones ha solicitado mediando documentos a Pemex que de mantenimiento a la carretera que va desde la estación de bombeo de Las Palomas hasta su comunidad que son 23 kilómetros y que conecta con Agua Dulce.
Sin embargo, nunca han dado respuesta y ante el riesgo de que queden incomunicados en esta temporada de lluvias, por los deslaves que se han registrado procedieron a realizar el bloqueo.
Ante esto, los vehículos de Pemex y de las compañías privadas buscaron salir por la carretera interejidal que va de Francisco Villa a Guillermo Prieto, por lo que en estas dos comunidades también procedieron a bloquearles la circulación, porque también la carpeta asfáltica esta deslavada y dañada.
“Nosotros queremos que nos reparen la carretera, les hemos enviado muchos oficios y no nos han hecho caso y por eso los habitantes decidieron desde el domingo, proceder a bloquearles el paso”, agregó.
Dijo que de estas solicitudes el ayuntamiento porteño también tiene conocimiento, porque desde principios del año han estado enviando los escritos, pero nunca fueron escuchados.