Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
Foto: Gelacio Vergara
El párroco de Villa Allende, Lázaro de Jesús Carrera, invitó a los habitantes de Tatahuicapan a compartir en lo que han sido beneficiados por Dios, tal como lo son los manantiales y la naturaleza.
Ante la situación de conflicto en la que se encuentran Coatzacoalcos y Tatahuicapan por la presa Yuribia, el sacerdote dijo que a su vez los porteños deben tener paciencia para que la paz reine en ambas comunidades.
“Tatahuicapan fue bendecido con los manantiales que ahí bajan, la invitación es a compartir lo que Dios nos ha dado, la naturaleza es rica y maravillosa para todos, por su parte Coatzacoalcos debe tener paciencia, entender la mentalidad que ellos tienen, su idiosincrasia y pedir que reine la paz en ambas comunidades”, afirmó.
El también encargado de los medios de comunicación de la Diócesis de Coatzacoalcos, sostuvo que el respeto y los beneficios deben ser iguales tanto para Coatzacoalcos como para Tatahuicapan, por lo que invitó a ambas poblaciones a orar y verse como hermanos.
Sostuvo que la iglesia está sufriendo de la misma manera que los demás sectores de la población por la escasez de agua, pero debido a que la parroquia de Villa Allende tiene un pozo, no la pasan tan mal.
“La iglesia está en la misma situación que toda la ciudadanía, sin embargo como ya tenemos la experiencia, hemos implementado cisternas o tinacos grandes para tener agua resguardada, afortunadamente nosotros tenemos un pozo cerca de la parroquia que es de un río que es Agua Dulce y de ahí nos abastecemos”, dijo.
Otros presbíteros implementan las medidas alternativas, pues para ellos en la ciudad es difícil hacer un pozo porque se necesita mucha excavación, permisos y más.
Finalmente recordó que la falta de agua afecta demasiado a todos porque es vital para el pueblo en general.
Esto a su vez roba la paz y la tranquilidad, pues las personas se preocupan por la ropa, bañarse, las necesidades fisiológicas y eso desestabiliza en lo espiritual o personal.