Custodiado por su antiguo cuidador, el campo de beisbol de la Petrolera se ha convertido en un sitio abandonado y peligroso; urge su rescate para la ciudad.
VALENTÍN MÁRQUEZ
Coatzacoalcos, Ver.
Por problemas legales, el área donde funcionaron los campos de beisbol en la colonia Petrolera por espacio de 20 años, se encuentra en el abandono, por lo que urge que las autoridades destraben el conflicto y rehabiliten esa extensa área en poder de Rafael Reyes Castañeda que se dice dueño, pero no muestra escritura alguna.
El sitio se localiza entre Tamaulipas, Sinaloa, Puebla y Nuevo León, aunque la idea de las autoridades es rehabilitar ese espacio mediante un parque ecológico, sin embargo los problemas con quien ha vivido ahí por más de 30 años y defiende el área, que pretendieron agenciarse políticos en su momento, hace que el sitio luzca en el abandono, lleno de maleza y represente un peligro para quienes cruzan por el sitio y para los que viven cerca.
El titular de la Dirección Municipal del Deporte (Dimude) Silviano Delgado Valladolid, dice que las pláticas están avanzando, que de llegar a un acuerdo se rehabilitará el sitio con campos y se podrán realizar otras actividades en bien de la juventud.
Sería un centro ecológico con campos con juegos infantiles, áreas arboladas, una cancha de beisbol, una de futbol, otra más de usos múltiples, jardines y andadores que puedan servir para realizar diversas disciplinas, afirmó.
El campo está lleno de maleza por la resistencia de Rafael Reyes, presidente de la Liga de Beisbol y Softbol de Coatzacoalcos, A. C., liga que curiosamente no tiene ningún equipo, mucho menos realizan actividad alguna en el área que cuida celosamente y lo ha llevado a ponerse en huelga de hambre en varias ocasiones.
Su argumento es que en el pasado se ha enfrentado a políticos rateros que han intentado desviar el uso del campo con la finalidad de dar a esos terrenos con alta plusvalía, un destino comercial.
El sitio es una gran extensión de terreno, con árboles que dan buena sombra y se siente un ambiente fresco y fue concebido por los creadores de la colonia como un área común destinada al deporte y ser un pulmón para la zona, pero ante la negativa de Reyes Castañeda por su temor a que se modifique su uso, se ha quedado en el rezago.
Actualmente, el sitio es inseguro y se torna hasta peligroso cruzar a pie por ahí, por lo que no se puede ocupar como área de distracción, aunque también es cierto que se ha salvado de ser convertido en botín comercial, para lo que existen otras áreas de la ciudad.