Tratan a los clientes como si el gas fuera regalado.
VALENTÍN MÁRQUEZ
Fotos: GELACIO VERGARA
A la empresa Petrogas le hace falta pagar algunos cursos de relaciones públicas a su personal o, de plano, pagarles alguna comisión por la venta, ya que desde quien atiende los pedidos vía telefónica hasta los repartidores, tratan a los clientes de manera despótica.
Son varias las quejas que circulan entre los consumidores en el sentido de la forma altanera en que contesta el teléfono el personal, a la hora de levantar los pedidos para el llenado de tanques estacionarios. Y eso es solamente el inicio, puesto que el gas nunca llega en el tiempo estipulado y si se les llama para preguntar, se dan por agredidos.
Lo peor es cuando llegan los repartidores, que exhiben el mismo trato de perdonavidas, cuando en realidad es de la venta de lo que depende la supervivencia de la empresa que les da empleo y que, al parecer, ha descuidado la supervisión de su personal, sin advertir que los clientes disponen de varias opciones para surtirse de combustible.
Esta situación en Petrogas ha motivado ya quejas ante la representación local de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Empleados de estas empresas condicionan el cambio de depósitos mediante dinero extra o bien no realizan la carga de lo que pagan los consumidores, incluso circulan por la ciudad sin la debida precaución.
Petrogas y Su Gas como las principales en el pésimo servicio, esto por no dar el producto completo y la acción que los empleados llevan a cabo con el cambio de cilindros, por lo que el cliente paga hasta 300 pesos para que realice el cambio.
En el peor de los casos es el robo que efectúan al cargar los depósitos y estacionarios en donde no se despacha lo que verdaderamente corresponde, asunto que se han percatado las amas de casa, a quienes les dura menos el líquido.
Casos como el de Guadalupe Soto, de la calle Niños Héroes de la colonia Lázaro Cárdenas, explicó que compró un tanque de gas a la empresa Mabarak y cuyas unidades traen la razón social de Petro gas, el empleado le dejó otro cilindro y resultó que en menos de 40 días se acabó el gas, su problema fue no percatarse si a la hora de entrega la válvula tenía el sello correspondiente.
Otro caso relacionado con la citada empresa es la carga que realizaron en un domicilio de la colonia Petrolera, llegaron los empleados a surtir un tanque estacionario y no despacharon los 800 pesos que cobraron; la empleada doméstica dice que no se percató del número de unidad, pero sabe que es de la empresa Mabarak también llamada Petro Gas porque pidió el servicio y por si fuera poco no le entregaron el respectivo recibo, el pretexto fue que habían olvidado el block de notas de remisión.
El titular de Profeco dice que se han aplicado multas fuertes a empresas como: Mina Gas, Sony Gas, Astro Gas, Zeta Gas, Su Gas, Gallito y Petro Gas también identificada comercialmente como Mabarak.
Muchas quejas son por no dar el producto completo, por llevarse los depósitos y entregar otros en mal estado para de ahí realizar el trueque del cilindro mediante un dinero extra, cuando que este se debe hacer gratis, solo presentando tres recibos de compra.
El funcionario advierte que se seguirán tomando cartas en el asunto y que todo aquel consumidor que se sienta afectado por estas empresas, puede acudir a la dependencia localizada a unos cuantos pasos del centro comercial localizado en Independencia y Campeche de la colonia Petrolera donde se atiende su queja.
Afirmó que este día se entregará en promedio 50 cilindros a igual número de personas que presentaron su queja y fue atendida, por lo que seguirán en ese tenor de Conciliación entre aquellas que prestan el servicio y el consumidor.
Otro de los aspectos relacionados con estas empresas es el parque vehicular con que cuentan, por lo que en breve se aplicarán operativos de inspección en estas unidades, para ello se están coordinando los cuerpos de seguridad como es Protección Civil y Tránsito para saber las condiciones de seguridad en las que son conducidas por calles y avenidas, con lo que se pretende evitar cualquier contingencia que ponga en riesgo la integridad de las personas.