Sufren de escases de servicios indispensables, sus vías alternas que más que eso son pequeños callejones resultan ser ruta de escape y escondite de delincuentes, y deficiente servicio de seguridad es lo que aqueja a diario a los habitantes del Barrio el Mirador.
YANDDERITH RODRIGUEZ
Coatzacoalcos
Una calle pavimentada conlleva a un sitio que por más de 32 años han permanecido en una alarmante situación de marginación,
se trata de la colonia Barrio el Mirador, un área antes de lo que conforman las ya conocidas áreas de barranco del mismo sector, lugar donde sus habitantes prácticamente viven con el “Jesús en la boca” al lidiar con problemas que las autoridades no han tenido la firme intención de resolver, y que ha generado caos, temor, insalubridad y el riesgo a que se suscite una tragedia.
Siendo las únicas calles donde desafortunadamente la urbanización no alcanzó a llegar, estas familias se las arreglan solos para evitar perderlo todo, aunque muchas veces resulta en vano, la necesidad es lo que los orilla a seguir soportando vivir bajo estas condiciones, que más que marginales son insalubres e inadecuadas.
Estas vías alternas por las pésimas condiciones en las que se encuentran, en temporada de lluvias resultan gravemente afectadas, los cúmulos de tierra que rodean sus viviendas, y las áreas verdes que hoy en día se han convertido en tiraderos clandestinos son los causantes de problemas a la salud de los habitantes, sin embargo la inseguridad es otro de los enemigos presentes, y que a pesar de los reclamos de los afectados hacia las autoridades hasta el momento sigue avanzando.
“QUIEN NO HABLA, DIOS NO LO ESCUCHA”
Han hecho de todo, desde reclamos de forma pacífica, firmas, convenios, solicitudes, que posteriormente son entregados a manos de las autoridades, sin embargo la respuesta se convierte en promesa, y la promesa en olvido, proyectos que han esperado por más de 30 años sin tener éxito.
“Hemos visto como otras calles ya tienen todo, ya hasta las pavimentaron, pero a estas ni si quiera las voltean a ver, tenemos años pidiendo que por lo menos nos pongan unas luminarias porque en la noche está muy oscuro, uno no sabe ni quien más viene a meterse a la colonia, y da miedo hasta salir”, dijo vecina afectada.
En el lugar no hay orden, ni si quiera seguridad, pues aseguran que las patrullas no vigilan esa zona debido a las malas condiciones de sus calles, dejándolos prácticamente en manos de los delincuentes, quienes se aprovechan de esta situación para agredir a los que menos tienen.
“No puedes dejar nada fuera de la casa porque te lo roban o a veces se vienen a tomar ya drogarse, hacen su escándalo, no dejan dormir y luego hasta se pelean entre ellos”, agregó.
Para los habitantes no han una hora exacta para el toque de queda, sin embargo el riesgo es en todo momento, aún más cuando notan la presencia de maleantes merodeando el lugar, situación que los pone en alerta, pero es peor para los que por años se han dedicado al comercio, sus bajas ventas, se debe al cierre temprano de sus negocios a causa de la inseguridad que lidera en el sector.
Manifestó que algunos habitantes cansados de la nula respuesta de las autoridades, se han rendido en continua solicitándoles apoyo, acostumbrándose a vivir bajo preocupantes condiciones, por lo que actualmente no hay quien dirija los problemas de la colonia para ser resueltos.
“no tenemos jefe de manzana por lo mismo de que se cansaron de no ser escuchados y a cómo vamos yo creo que esta calle nunca va a ser urbanizada, somos más de 100 familias las que estamos viviendo de forma insegura, y la verdad sin ayuda de las autoridades no se puede salir adelante”, reclamó.
Por lo pronto piden a las autoridades la colocación de postes de luz en las calles, para con esto lograr erradicar la presencia de maleantes, quienes además de intranquilizar a los residentes, hacen sus destrozos, roban, agreden y atemorizan día y noche.