MARGARITO ESCUDERO LUIS
Coatzacoalcos
La contienda en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sube de tono, ya los candidatos comienzan a mostrar su nerviosismo, desde que el Cuauhtémoc Cárdenas anunció que siempre sí contenderá por la dirigencia nacional del partido.
Así lo comentó Jesús Gómez Constantino, candidato a consejero municipal y estatal y a delegado nacional por la corriente IDN IDNtifícate, que encabeza la senadora Dolores Padierna.
Dijo que en Veracruz, la competencia está entre IDNtifícate y IN Sonríe, que pertenece a la tribu de Los Chuchos.
Agregó que éstos andan muy nerviosos, ya que el equipo de Dolores Padierna ha hecho un trabajo fuerte, además que les pesa que sea el Instituto Nacional electoral (INE) quien organice las elecciones internas del PRD, por lo que ya no podrán intervenir en las elecciones, no podrán mandar a quemar las urnas como lo hicieron en el pasado. Detalló que el INE ha tenido una postura disciplinada y en estas elecciones internas del PRD, presentará su prueba de fuego.
La otra causa del nerviosismo de Los Chuchos, según Gómez Constantino, es que Cuauhtémoc Cárdenas aceptó contender con la corriente IDNtifícate; calificó a cárdenas como una autoridad moral dentro del partido que él mismo fundó.
Señaló que el ex senador Carlos Navarrete, el otro aspirante a la dirigencia nacional del PRD, se dio cuenta que ya no está solo en la contienda, incuso paró tres días de campaña para reorganizar su estrategia.
Aseguró que el INE está revisando que Los Chuchos no vayan a intentar comprar los votos con despensas o láminas y todo lo que siempre han manejado, ya hay una vigilancia federal.
Dijo que aceptarán el resultado que avale el INE y por eso invitó a la militancia registrada, para que su voto en las cuatro boletas que se les entregue, sean para los compañeros de IDN IDNtifícate.
Destacó que había un padrón de 17 mil 500 afiliado, un padrón inflado, ya depurado quedó en dos mil 600 y a ellos invita.
Remató diciendo que IN Sonríe es la planilla de Los Chuchos, que encabezan Jesús Ortega y Jesús Zambrano, los que llevaron al partido a la debacle, fueron los senadores que aprobaron la venta de la riqueza de México.
