El presidente municipal de Minatitlán, José Luis Sáenz Soto llegó más tarde y el de Cosoleacaque, Ponciano Vázquez Parissi, ni se apareció
Rafael Meléndez Terán
Tatahuicapan de Juárez, Ver.,
Después de una hora de haber iniciado la asamblea el alcalde de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol, hizo su arribo al municipio de Tatahuicapan, acompañado del director de Gobernación, Oliver Damas de los Santos, en donde literalmente suplicó a los ejidatarios que les permitieran seguir utilizando el agua de la presa Yuribia para abastecer a la población porteña.
El presidente municipal de Minatitlán, José Luis Sáenz Soto llegó más tarde y el de Cosoleacaque, Ponciano Vázquez Parissi, no se apareció. Personal que envió argumentó que se encontraba atendiendo una urgencia en materia de caminos.
Casi al mediodía de ayer, Caballero Rosiñol, hizo uso de la voz, en presencia de al menos 400 ejidatarios, en la casa ejidal, en donde refirió que llegó representando a “un pueblo aspira a sacar adelante, que viene a pedir su ayuda con mucha humildad con todo el reconocimiento con quienes muchos años nos han ayudado”, manifestó en medio de gritos de protesta.
Siendo interrumpido cada que argumentaba una frase, el edil porteño logró referir su intención de “pedir ayuda al pueblo para que podamos seguir compartiendo el agua.
“Sabemos que han habido muchos problemas y queremos ofrecer una disculpa en nombre de quien no han sabido tener una relación con Tatahuicapan, la gente de Coatza resiente la falta de agua y estamos conscientes de que el pueblo de Tatahuicapan está dolido”, exclamó, en medio de reclamos.
Pidió a los ejidatarios de Tatahuicapan “ponerse las manos en el corazón, estamos muy conscientes que tenemos que establecer una relación de respeto”, aunque su discurso seguía sin convencer.
“Les doy la cara a nombre del pueblo de Coatzacoalcos”, siguió diciendo. “Demasiado tarde”, le gritaron. “Les vengo a pedir agua para la mamá, el papá, los niños con mucha humildad, les pido que nos escuchen, que nos ayuden”, resaltó a todo pulmón.
A pesar del esfuerzo realizado, los pobladores casi le quitaron el micrófono, y al mismo tiempo insistían en que ya no habría más agua para Coatzacoalcos, por lo que no tuvo otra opción que esperar los siguientes argumentos de los funcionarios que se presentaron.