El originario de Coatzacoalcos fue el primer paciente al que se le trasplantó un riñón en la región sur de Veracruz, en el año 1998
Rafael Meléndez Terán
Minatitlán, Ver.- En el año de 1998, el porteño Hugo Carvallo Lázaro recibió la prueba de amor más grande de su esposa: recibir su riñón, tras dos años de luchar contra una grave enfermedad arterial que le afectó el órgano.
Don Hugo, originario de Coatzacoalcos, fue el primer paciente al que se le trasplantó un riñón en la región sur de Veracruz, cuya intervención se realizó en el puerto de Veracruz.
Después de 16 años, la logrado tener una vida casi normal, al igual que su esposa, quien de por vida tiene que realizarse una revisión mensual, para evitar cualquier complicación de salud.
“Todo ha sido muy cambiante, no es lo mismo, hay que tener muchos cuidados, sobre todo el esfuerzo físico, la alimentación”, dijo don Hugo, de 56 años.
No obstante a su esposa le va muy bien, “de maravilla, su vida sigue muy normal, aunque tiene muchos cuidados, por ejemplo se revisa cada mes, no le afectó casi nada en su organismo”, explicó.
“Fue más que una prueba de amor porque me dio parte de su cuerpo y de su vida”, recordó el señor Carvallo, que recordó que su caso fue completamente insólito, pues cuando se realizó el trasplante, una madre y su hija tenían la intención de hacer lo mismo pero resultaron incompatibles, “lo que hizo mi esposa fue más que amor”.
Lamentablemente, don Hugo de nueva cuenta será dializado, ya que a pesar de que el riñón se encontraba sano al momento de ser trasplantado, por la misma enfermedad arterial que padece, el órgano de nueva cuenta está afectado y será dializado.
A pesar de ello, agradece profundamente a la vida, a su esposa y a los avances médicos, el hecho de que pudo mantener una vida digna durante todo este tiempo.
Foto: Fue más que una prueba de amor porque me dio parte de su cuerpo y de su vida, le dijo don Hugo a su esposa y donadora.