Mañana suspenderán labores durante casi todo el día si no se despide a Rocío Ricárdez
Rafael Meléndez Terán
Minatitlán, Ver.- Por tercer día consecutivo, los trabajadores sindicalizados de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) realizaron un paro de brazos caídos por seis horas, exigiendo respeto a los derechos laborales firmados en el Contrato Colectivo de Trabajo del 2013, cuyos logros no se han aplicado a la clase trabajadora.
Pero en vista de que la dependencia del Estado ha ignorado la petición de destituir a la jefa de Recursos Humanos, Rocío del Carmen Ricárdez Villalobos, este viernes el paro se extenderá de 8 a 14 y de 16 a 18 horas, advirtieron los afectados.
Los quejosos insistieron en que la funcionario es déspota y prepotente, pues no ha hecho válidos los pagos de horas insalubres ni del tiempo extra trabajado por capricho.
“Dice que a ella nadie la va a tirar de su lugar porque su esposo es funcionario de la Secretaría de Gobierno, es un tal José Luis Utrera, pero vamos a ver de a cómo nos toca”, comentaron los empleados.
Y es que señalaron que Ricárdez Villalobos, ex tesorera municipal en la administración de Guadalupe Porras David, afecta a personal que apto para ser pensionado, a través de la cláusula de las prejubilaciones, ya que está retrasando las hojas de formato único que exige el ISSSTE para completar el trámite.
“Argumenta que no va a ser ninguna aplicación del contrato colectivo y la quincena pasada afectó a 70 trabajadores, ya que no les aplicó su tiempo extra por un capricho”, advirtió el líder del sindicato, Valentín Hernández Romero, que manifestó que no existe otro interés, que el de defender que los derechos laborales de los empleados no sean violados.
De las 8 a las 14 horas, los empleados detuvieron las actividades de las oficinas esperando una respuesta a sus peticiones, pero al no haber sido atendidas, el día de hoy la manifestación se ampliará por cuatro horas más el día de mañana.
Hicieron la advertencia de que si esta misma semana no reactivan sus demandas laborales como el incremento salarial del 4.9 por ciento, pago de bonos de despensa y pasajes, horas insalubres y tiempo extra, podrían tomar la dependencia de forma permanente.