Denuncian a personas que mendingan en las calles, pidiendo dinero para la manutención de los ancianos
Rafael Meléndez Terán
Minatitlán, Ver.
Personas desconocidas lucran a nombre del asilo de ancianos del ejido Tacoteno, pues piden dinero para, supuestamente, la manutención de los 16 ancianitos asilados, lamentó la madre responsable del lugar, Edith Lozano Villalobos.
Dijo que ya son varias las ocasiones en las que tiene conocimiento de personas que andan en las calles mendingando dinero, que sería entregado al asilo, lo que es totalmente falso.
La religiosa dio a conocer que el asilo de ancianos no recibe donaciones monetarias, a menos que sea proveniente del redondeo o de algún grupo o institución en particular, pero nunca se pide limosna en las calles.
Solicitó a la población a evitar ser timada y que si desean hacer algún donativo en especie o en efectivo, lo hagan directamente en la casa de descanso.
En ese sentido, la madre Edith apuntó que afortunadamente en la actualidad no han tenido problema para poder brindar una vida digan a las 13 mujeres y tres hombres que viven en el lugar, ya que la población en todo momento otorga la ayuda humanitaria.
“Mi agradecimiento ahorita porque la población nos han apoyado mucho con los alimentos, a veces nos hacen falta cosas, pero es lo mínimo, hemos sido muy afortunados”, reconoció.
Aseguró que la preocupación mayor es hacer el pago de los recibos de energía eléctrica y agua potable, aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la de Agua del Estado de Veracruz (CAEV), les brindan descuentos para poder sufragar estos gastos mayores.
“Viene caro el recibo de la luz, nos hicieron un descuento en la comisión porque el recibo era muy alto, pero si hay muchas necesidades, como la instalación mejoramiento de la infraestructura”, apuntó Lozano Villalobos.
Agradeció el apoyo del DIF de Minatitlán, por ingresar a los abuelitos al programa de pensión vitalicia y por las jornadas de salud, “me siento muy apoyada por el DIF, qué bonito que piensen tanto en los abuelitos”, apuntó la superiora.
Con esta ayuda que otorga por primera vez el DIF, se minimiza la difícil labor para las colaboradoras del asilo, debido a que prácticamente tenían que hacer “milagros” para estirar el dinero de las contribuciones recibidas.
Durante este 2014 no ha habido fallecimientos entre los internos, pero sí han llegado tres ingresos, lo que aumenta la necesidad de ayuda.