Habitantes de los alrededores del centro de abasto piden a locatarios moderar el volumen de sus negocios.
Lupita Alor Vázquez
Cosoleacaque, Ver.
La contaminación auditiva es otro problema social que aqueja a municipios de la zona sur, principalmente en Cosoleacaque, se da este tipo de situaciones alrededor del mercado Rafael Hernández Ochoa.
Hasta el momento nadie se ocupa de regular este tipo de contaminación auditiva que se vive diariamente en varias partes de la ciudad, comercios con altos índices de decibeles, más de los que los seres humanos pueden soportar, son los que se escuchan por donde quiera que las personas pasen.
En Cosoleacaque, es típico escuchar que los diferentes comerciantes ocupan aparatos de sónico con alto volumen para promocionar sus artículos, atraer a la clientela y poder vender los que están ofertando.
Son sobre todo los que se encuentran a un costado de los mercados municipales como el de la cabecera municipal Rafael Hernández Ochoa, en donde se pueden observar a los comerciantes sacar sus aparatos de sonido en las aceras, entorpeciendo el tránsito peatonal y contaminando auditivamente.
Los visitantes a este mercado y sus alrededores y que se encontraron caminado por las banquetas coincidieron en indicar que la molestia del ruido les ocasiona en muchos de los casos malestar.
“Parece concurso de equipo de sonidos donde los participantes exponen en ocasiones melodías que son del desagrado al oído, música a alto volumen por todos lados, esto molesta mucho a las personas que venimos a realizar nuestras compras, pues diariamente nos tenemos que escuchar todas las sinfonías a dos o tres cuadras de distancia” argumento Sonia Hernández habitante de ésta localidad.
Otras más argumentaron que pondrán su queja con las autoridades correspondientes para que le bajen un poco al volumen, ya que en ocasiones ni se puede pedir lo que van a comprar debido al ruido que ocasionan. Y de esta manera busquen una solución para tal problemática.