Ante la pobreza en la que viven, ancianos de la sierra salen a las calles a pedir una limosna.
Lupita Alor Vázquez
Cosoleacaque, Ver.
La pobreza y marginación extrema en el que se encuentran sectores de la población indígena, sobre todo de los cuatro municipios de la sierra de Soteapan, ha desencadenado que las personas de mayor edad, salgan a las calles y mendiguen desde un plato de sopa, ropa y obligadamente dinero.
La necesidad de estas personas, los obliga a deambular por las calles o ubicarse en lugares públicos y de mucha aglomeración de los municipios, para pedir ayuda o el clásico peso para un kilo de tortilla, o algo para que coman sus hijos que se quedan esperando en su casa.
Es común, ver hoy en día, a las llamadas “Marías”, que arrodilladas piden una limosna, una moneda o un peso; algunas personas si tienen la necesidad, pero otras ya encontraron esta forma para hacer sus ‘modus vivendi’, por ellos, a muchas de estas personas los transeúntes ya no les creen.
Ya que ante esta situación se han creado leyendas o historias de que estas mujeres en la otra cara de la vida, viven como reinas, con lujos en sus hogares que son hechas a base de techos de lozas, amuebladas y sin ningún escases.
Son dos o tres personas que se dedican a pedir en las calles por lo menos en Cosoleacaque, estas no son oriundas de este lugar, llegan los días de quincena para que la gente se apiade de ellas.
En este municipio las autoridades se preocupan por atender a las personas de la tercera edad, incluyéndolos en los programas de gobierno federal, hasta el momento aproximadamente son mil 200 abuelitos que están ingresados y que reciben el beneficio para su manutención.
Pero es menester de los gobiernos preocuparse e implementar otros programas que activen la economía y que se eviten este tipo de situaciones que dan mal aspecto a la ciudad, ya que se creerá que no se atienden a estas personas en situación de calle.