*Para algunas personas las caries o falta de dentadura hacen que les de pena reír delante de otra gente por miedo a la burla
*También les impide comer todo tipo de alimentos
Yhadira Paredes
Xalapa
Con 18 años de edad, Eduardo X es un joven que por razones personales no quiere revelar su identidad, pero que tiene que vivir con un problema que para unos es insignificante, pero para él lo es todo.
Tiene mal alineados sus dientes, algunas piezas seriamente dañadas por caries y le faltan molares.
Su problema, como en otros casos, se debe a la falta de una cultura de cuidado bucal básica.
“Pues de pequeño mi madre siempre me dijo que me tenía que lavar los dientes, pero por desobediente siempre me negué y ahora de grande estoy pagando caro el no haber cuidado de mis dientes”.
Con una mirada cabizbaja, Eduardo reconoce que le da pena reír delante de cualquier persona, por miedo a que se burlen de su dentadura.
También reconoce que al tener piezas picadas ha sufrido por dolores dentales e infecciones que son atendidas cuando se presentan.
“Realmente mi problema de la boca es algo serio, pero trato de no darle importancia. Pero sé que todos los días me levanto y no puedo ser yo mismo; es decir, no puedo reír delante de los demás, me da pena hablar, inclusive trato de taparme la boca con la mano”, dijo.
Esta situación ha orillado al joven a ser tímido, poco sociable y sobre todo a tener baja autoestima, así como el no poder comer algunos alimentos.
“Claro que sí me afecta esta situación, porque algunas personas son crueles y se burlan de uno, me ponen apodos, me hacen chistes, y se siente feo la verdad, pero pues ya qué puedo hacer así me toco vivir”, lamentó.
Su estado, reconoce Eduardo, le ha marginado de la sociedad, pues no le gusta salir a la calle, no quiere buscar empleo en empresas donde tenga que tener trato con clientes y además lo orilló a dejar sus estudios por el bullying al que fue sometido en años anteriores.
CAUSA BAJA AUTOESTIMA
La pérdida de piezas dentales además de limitar la funcionalidad bucal genera baja autoestima, incapacidad laboral y problemas psicológicos, reconoció José Guadalupe Robles, coordinador académico del postgrado de Odontología Restauradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
Entrevistado en su visita a la ciudad de Xalapa, donde participó en el Congreso Internacional de Odontología en el marco del aniversario número 40 de la Facultad de Odontología de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que una incapacidad bucal limita mucho al ser humano.
"Tanto en el aspecto físico, personal, como en el aspecto de ambientación con las personas que te rodean. Disminuye tu capacidad en expresión, el formato en que pudieras desenvolver, te hace un poquito hacia un lado, por miedo a tu presencia física".
Además se teme un rechazo por el resto de las personas que rodean a quien sufre de esto, aparte de la limitación física propiamente dicha.
"Psicológicamente hay una afectación por parte de las personas que están mutiladas dentalmente, pues no se relacionan correctamente con otras personas, pero también hay una incapacidad física".
Lo anterior ya que con la falta de piezas dentales se es incapaz de deglutir correctamente los alimentos, de tener una buena digestión y comer en forma plena, por lo que limita mucho los hábitos alimenticios, pues la mayoría de las personas recurren a los alimentos licuados o suaves.
"Muchas personas dependen ante esta falta de piezas dentales de otros complejos alimenticios que deben ser tomados para suplir esa carencia de alimentos con nutrientes que no pueden ser masticados por el organismos por falta de órganos dentales".
El especialista indicó que las causas de pérdida de piezas dentales se puede dividir en dos grandes grupos: el primero, de jóvenes y niños, por alto índice de caries; y en los adultos y adultos mayores, por problemas de encías.
LA PREVENCIÓN, FUNDAMENTAL
José Guadalupe Robles explicó que una limpieza diaria es indispensable para mantener la salud bucal de las personas, así como consultar al especialista al menos dos veces al año.
Reconoció que el miedo a someterse a un tratamiento bucal, así como considerar que éstos son sumamente caros son los principales factores que inhiben que las personas acudan al especialista.
Pero, aseguró: "No creo que sea cara la atención, yo creo que el proceso de un tratamiento pudiera ser un poco oneroso, pero no hay que llegar a esas etapas. Hay que hacerlo preventivo, y la prevención es muy económica".
Por lo tanto, se recomienda acudir con su dentista de manera regular para realizar una profilaxis, una limpieza más económica, ya que el problema radica cuando hay pérdida de piezas.
AUTORIDADES DEBEN ACTUAR
Finalmente, el especialista consideró que las autoridades en materia de salud no han descuidado la atención bucal: "Yo creo que la atención bucal está ahora más fundamentada en la prevención, como en la curación".
Incluso, comentó que algunos estados ya están dando flúor con agua, controlando más al infante porque tienen más conciencia en las escuelas para la atención bucal.
"Aunque las autoridades de Salud les hace falta poner atención en el tratamiento de enfermedades, pues aún hay limitantes grandes, no hay tratamientos que ponga a disposición de la población por parte del sector salud".