*Inteligencia e imaginación, frente a estrechez económica, asegura
*Algunos ciudadanos contribuyen a la falta de planeación, lo que genera que la ciudad crezca de forma desordenada, anárquica y que cada vez se requieran más inversiones
PARTE I
Naldy Rodríguez
Xalapa
Con 14 meses de haber tomado las riendas de la administración municipal de Xalapa, el alcalde Américo Zúñiga Martínez busca afianzar las finanzas, la gobernabilidad y mejorar las condiciones de vida de los habitantes, con los recursos que —dice— siempre serán insuficientes para atender las necesidades.
Admite que deberán enfrentar condiciones económicas “difíciles” y de “recursos limitados”, pero es el momento de actuar con inteligencia, prudencia e imaginación.
“Es complejo, entendemos que es difícil, pero estamos preparados. Xalapa está haciendo diferentes adecuaciones presupuestales a efecto de que podamos estar mejor, no vemos que las reducciones o ajustes tengan que darse en las inversiones productivas y necesarias para la ciudad”, adelanta.
Consciente de los retos que tiene enfrente el Ayuntamiento, como el crecimiento de la mancha urbana y con ello las necesidades de la población, el munícipe asegura que profesionalizará la búsqueda de recursos, hará más eficiente el gasto, impulsará esquemas de pari passu y una alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Es ahí donde las ciudades debemos voltear, como los pari passu, los programas federales de apoyo, el tocar puertas; el gestionar, en resumidas cuentas, recursos extraordinarios para nosotros resulta impostergable y muy necesario”, señala en entrevista para Grupo Editorial Sánchez.
En las instalaciones de El Heraldo de Xalapa, donde fue recibido por el director general, Rubén Pabello Rojas; el corporativo, Eduardo Sánchez Macías; y el editorial, Edgar Reyes, advierte que las condiciones de la administración pública nunca han sido fáciles.
“Logramos tener listo el Plan de Acción, que involucra un diagnóstico de Xalapa en muchos rubros, en temas de sustentabilidad, de gobernanza, de finanzas, movilidad, gestión de agua, residuos sólidos… lo podemos complementar con el Plan Municipal de Desarrollo para tener una hoja de ruta, no solo en mi administración sino para los siguientes años”.
Con los recursos del Ayuntamiento para este año tiene planes ambiciosos. Por ejemplo, menciona la rehabilitación del parque deportivo Colón, ahora administrado por el Gobierno municipal; así como la infraestructura de calles y drenaje para colonias marginadas y acciones dirigidas a atender la pobreza en la ciudad.
En coordinación con la Comisión Nacional de Agua (Conagua), comenta que se realizarán este año dos colectores pluviales, el División del Norte y el Gutiérrez Barrios; mientras que con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) apoyarán los comedores comunitarios (Xalapa cuenta con el mayor número).
“El gobernador nos acaba de dar una muy buena noticia para Xalapa. El depósito de 31.8 millones de pesos de los remanentes del esquema de bursatilización, que también habla de su compromiso municipalista, nos da una muestra que aún en tiempos ligeramente complicados, ahí está el compromiso y acompañamiento de un Gobierno estatal”, subraya el político priista, cuya carrera en la administración pública creció en el sexenio de Fidel Herrera.
Vertiginoso crecimiento
Xalapa, una de las ciudades emergentes del país, es también una de las más pobladas en las últimas dos décadas, lo que incrementa la demanda de servicios básicos y equipamiento urbano, no solo de quienes son contribuyentes.
Ante esta realidad se debe impulsar el crecimiento de las ciudades verticales como propone el presidente Enrique Peña Nieto, para no comprometer a las generaciones futuras, opina el hijo del exsecretario de Educación de Veracruz y actual rector de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, Guillermo Zúñiga.
Recuerda que en 1980, la zona metropolitana era de 260 mil 400 habitantes y para 2010 se incrementó a 666 mil 535, pero la mancha urbana aumentó ocho veces más (de 917 hectáreas en la década de 1980 a siete mil 977 hectáreas en la actualidad).
“Así ha sido de vertiginosa la transformación de la ciudad y eso ha hecho que las necesidades se incrementen derivado de lo más importante, de los compromisos, de los demandantes y no contribuyentes”, explica desde la Sala de Juntas de esta casa editorial.
Zúñiga Martínez lamenta que algunos ciudadanos contribuyan a la falta de planeación, lo que genera que la ciudad crezca de forma desordenada, anárquica y que sean cada vez más grandes los retos en términos de inversiones.
Es el caso del aeropuerto que requiere Xalapa. El actual, que se ubica en Emiliano Zapata, es insuficiente, presenta problemas, necesita una mejor pista y que otras aerolíneas brinden su servicio.
“Es un proyecto ambicioso de más de mil millones de pesos. Sin lugar a dudas incrementaría enormemente los niveles de competitividad de esta ciudad”, añade.
—¿Qué ha sido lo más fácil y qué lo más difícil de gobernar Xalapa en los primeros 14 meses?
Lo más fácil es descansar en una correcta delegación de funciones y administraciones en un personal administrativo eficiente y profesional. Algo que me tiene contento es la decisión de los partidos para la postulación de sus candidatos a regidores… Son seis expresiones de partidos políticos de diferentes ideologías que dejamos los temas y los posibles debates electorales afuera de la sala de Cabildo para concentrarnos en lo que es de beneficios.
Lo más difícil es el sacrificio familiar, la presidencia municipal ha sido muy celosa para con las cuestiones de naturaleza familiar o personal. Para mí es difícil tener solo un día para ir a dejar a mis hijos a la escuela, destinarle un día para llevar a mi hijo al fútbol, para ir a dejar a mi hija Tamarita al ballet, o perderme en un viaje de trabajo los primeros pasos de mi hija Ana Sofía. Entiendo que todo esto es sacrificio y tengo una pareja que lo comprende.
—¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado su papá, quien también fue alcalde?
Mi papá ha sido exageradamente respetuoso, evita… con mi papá habló de trivialidades. Le tengo una gran admiración, le guardo un profundo respeto, lo amo entrañablemente… Él me preparó cuando lo tenía que hacer y quizás su mejor consejo ha sido la predicación con el ejemplo: a su más de 73 años no deja de trabajar un solo día, sigue sacrificando los fines de semana, es algo que me tiene muy orgulloso.
