2 de Agosto de 2025

Que no sea mi hijo: Madre de víctima de ataque en Orlando

Rufina Paniagua alberga una esperanza en su corazón: Llegar a Florida, EU, y ver que el cuerpo del joven de 31 años asesinado en la masacre del pasado domingo en el bar Pulse, no coincide con el de su hijo Javier: “Yo no puedo decir nada, hasta que yo tenga la seguridad de que es él. Necesito verlo…".

              

 

AVC/Verónica Huerta
Xalapa, Ver.

Rufina Paniagua alberga una esperanza en su corazón: la de llegar a Florida, Estados Unidos y ver que el cuerpo de un joven con 31 años asesinado en la masacre del pasado domingo, no coincide con el de su hijo Javier Rayón Paniagüa.

La mujer con 49 años de edad no recuerda con exactitud qué hacía, ni quién de sus cuatro hijos le dijo que a Javier lo habían matado en una discoteca en Estados Unidos.

"Un amigo de Javier fue el que le habló a uno de mis hijos y dijo que él estaba ahí, que salió huyendo, pero que no sabía que había pasado, pero que Javier no aparecía. Desgraciadamente llegaron a donde estaban los que habían fallecido y encontraron sus pertenencias y que supuestamente es él", expresó.

Rufina viajó junto con sus dos hijos, Nicolás y Germán, se vinieron de aventón en una camioneta que venía de Córdoba para llegar a Xalapa a la oficina de la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Aquí les explicaron que les ayudarán a tramitar la Visa Humanitaria a fin de que pueda llegar a Estados Unidos a recoger el cuerpo sin vida de Joel, que se fue hace nueve meses en busca del sueño americano.

“En mi vive una esperanza de que no sea, hasta no verlo. Yo no puedo decir nada, hasta que yo tenga la seguridad de que es él. Necesito verlo”, dijo la madre en medio de lágrimas.

Explicó que hasta ahora le han llamado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al parecer también otras autoridades, pero ninguno ha aportado recursos económicos para hacer los trámites, viajar o comer en Xalapa.

 

 

 

Rufina, Nicolás y Germán iban vestidos con ropa color negro y gris, los tres sienten el dolor de haber perdido a Joel, porque conocían sus sueños y las metas, por las cuales viajó miles de kilómetros para alcanzarlas.

La última vez, que Rufina escuchó la voz de su hijo fue el viernes, dos días antes de su muerte: “Me dijo mamá: qué novedad hay. Le dije ninguna y me dijo: segura mamá, segura. Yo le dije que no teníamos dinero porque había llovido en la semana y sus hermanos no habían trabajado y me dijo: Te voy a mandar dinero, aunque sea poco pero sirve. Le dije: Lo que puedas hijo, porque estás pagando tu deuda”.

“Quedó que el día domingo iba a mandar la clave para recibir el dinero. Ya no pude hablar con él. Lo último que me dijo fue: Cuídate mucho mamá. Te amo mucho. Ustedes allá y yo acá, ustedes se cuidan allá y yo acá. Él estaba sólo allá, fue por el sueño americano, pero le tocó la de malas”, finalizó la madre de familia.

Nicolás uno de los hermanos mayores, informó que Javier solicitó 80 mil pesos prestados hace nueve meses para pagar el viaje a unos polleros, con los que se reunió en el municipio de Cuitláhuac para viajar por Texas, Estados Unidos.

“Tenía metas de superación, nos decía que para tener había que arriesgar y era positivo, le echaba ganas y nos decía que si hubiese ido o si no voy, a ver que Dios dice”, dijo.

El último trabajo de Javier en Córdoba fue de chofer en un taller mecánico, concluyó los estudios de educación primaria, pero la secundaria no la terminó.

“Su meta era tener a mi mamá en condiciones estables. Joel tenía una construcción de una casa, no la terminó y para eso se fue para tener dinero”, dijo.

A decir de la familia, la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores los apoyarán para hacer los trámites, sin embargo su mayor preocupación es el recurso económico.

“La verdad vamos al día, ahí andamos, nos llaman y nos dan apoyo, pero dinero no. No nos dijeron para cuándo nos dan el cuerpo, porque no fue un crimen normal, todo fue terrorista, y el FBI tiene todo en sus manos”, señaló Nicolás.

 

 

 

TRAMITAN VISA
HUMANITARIA

 

El traslado del cuerpo sin vida del veracruzano, Joel Rayón Paniagua, asesinado en Orlando, Estados Unidos, en la masacre ocurrida el pasado domingo, depende de los trámites que haga la embajada de Estados Unidos.

 

La directora del Instituto de Migración en Veracruz, Claudia Ramón Perea, acudió a la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para reunirse con su titular, Anselmo Zanatta, y la madre del joven fallecido, Rufina Paniagua, así como dos de sus hermanos.

 

En entrevista, Ramón Perea informó que la familia es originaria del municipio de Tezonapa, pero radican en Córdoba y acudieron a la delegación de la SRE en esta ciudad, para renovar su pasaporte y posteriormente solicitar realizar la documentación que permite solicitar la Visa Humanitaria.


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