Rodrigo Barranco Déctor
Veracruz
El Astillero de Veracruz cumplió 80 años de operación como el más sobresaliente del Golfo de México y 20 años como empresa cesionaria del puerto de Veracruz, bajo la razón social Talleres Navales del Golfo (TNG).
La grandiosa historia de este astillero se remonta al año 1929, cuando por iniciativa del comodoro Ignacio García Jurado, surge la Atarazana, como un pequeño patio de construcción, inmediato a la Fortaleza de San Juan de Ulúa.
En 1935 entra en funciones con sólo un dique seco, de 50 metros de eslora, 9 de manga y 2.7 de puntal, bajo la misión de llevar a cabo la construcción de cinco guardacostas y preparar así la mano de obra mexicana para la expansión de la industria naval.
Posteriormente en 1942, un año después de la creación de la Secretaria de Marina, dio inicio la construcción del dique seco número 2, con 157 metros de eslora, 19 metros de manga y 4.8 metros de calado, el cual formó parte de la edificación de la Unidad Base Naval, en lo que fue el bajo de San Juan de Ulúa.
La importante construcción requirió hacer emerger la superficie al menos 1.20 metros sobre el nivel de la marea más alta y ganar 40 hectáreas de terreno al mar, utilizando los productos del dragado de la bahía.
Catorce años después, en 1956, por directriz del almirante Antonio Vázquez del Mercado, se originó en el Astillero Veracruzano la construcción del primer barco con casco de acero en México; se trató de un pequeño mercante con 765 toneladas de peso muerto, 52.8 metros de eslora y 8.28 metros de manga, al que se le bautizó con el nombre de México y que fue botado el 15 de junio de 1958, bajo la tutela del ingeniero italiano Alberto Farina.
Fue así como modestamente con supervisión, diseño y tecnología extranjera, se volvió a construir un barco en México, después de 150 años de inactividad en la industria de la construcción naval.