El vocero de la Arquidiócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, lamentó la persecución de que son objeto los activistas en México.
Agencias
Orizaba, Ver.
La Diócesis de Orizaba condenó y lamentó el atentado que sufrió el activista social Jairo Guarneros Sosa, y toda la violencia y persecución de que son objeto en lo general los activistas en México.
Asimismo el vocero, padre Helkyn Enríquez Báez, exhortó a los jóvenes a no prestarse al juego de desaparecer 72 horas, porque provocan con ello un grave daño emocional a padres y amigos.
En rueda de prensa este domingo, el vocero diocesano fue cuestionado en torno a ambos temas de los que ofreció postura.
“Un acto de violencia siempre preocupa, independientemente de sobre quién sea dirigido, que se atente contra cualquier individuo de nuestra sociedad, nos preocupa. Es una señala más de descomposición social y de la violencia que vivimos”, indicó al ser cuestionado en torno al activista social Jairo Guarneros, quien el jueves 7 de este mes recibió una bala que lo ha mantenido en terapia intensiva.
Consideró que es necesario se investigue el caso, conocer el móvil, y evitar acusaciones prejuiciadas, porque hasta que se demuestre con pruebas, no se puede especular en torno al tema.
“Nos solidarizamos con todas las personas que sufren violencia, en este caso él y su esposa”, anotó, “y como éste, cualquier acto de violencia nos preocupa, pedimos al Señor el don de la paz”.
Jairo Guarneros Sosa es también adherente del EZLN, y un conocido líder del Grupo Regional Independiente de Taxistas de Orizaba (Grito), y asesor del Colectivo Feminista “Cihuatlatolli”. Continúa hospitalizado, su situación aún se considera crítica pero estable. El hecho de violencia en su contra, atrajo un blindaje a su persona de elementos de la Marina, que reguardan el nosocomio particular donde es atendido.
El reto de las 72 horas
Del llamado Reto de las 72 horas que hace unos meses se puso “de moda” en México entre los jóvenes, y consiste en desaparecer por tres días completos sin dar aviso a familiares y amigos cercanos, y cuando coincidentemente en la zona han ocurrido desapariciones temporales de algunos jóvenes y jovencitas, el sacerdote dijo, “no tiene sentido un juego o un riesgo de este tipo”.
De hecho lo calificó como un acto irresponsable que no corresponde a jóvenes inteligentes, audaces, “pero la inteligencia y audacia se deben utilizar para aventuras que los edifiquen y los humanicen, que los hagan ver la fuerza de la juventud, no para un riesgo que los puede dañar en su credibilidad, los puede desacreditar, dañar a su entorno”.
La fuerza, la alegría, la energía, la creatividad de los jóvenes, la deben utilizar los jóvenes para el bien, para generar desarrollo, no para causar preocupaciones, ese es el llamado, indicó.
Incluso recordó que puede pasar como el cuento de Pedro y el Lobo, y al final, tomar un riesgo así, puede desacreditarlos mucho.