(AVC/José Juan García)
Veracruz, Ver.- El obispo de la diócesis de Veracruz, Luis Felipe Martín del Campo, reprobó los hechos violentos que se suscitaron en la ciudad de Catemaco tras el secuestro de que fue víctima el sacerdote José Luis Sánchez Ruiz.
El prelado deslindó a la comunidad católica de ser la responsable de la quema del palacio municipal de Catemaco, la cual atribuyó a un grupo de encapuchados que aprovecharon el secuestro del sacerdote para cometer ese tipo de actos.
El religioso refirió que el obispo de San Andrés Tuxtla había pedido a los fieles de Catemaco que se mantuvieran en paz al percatarse de los riesgos que existían en la región.
Incluso, el entrevistado comentó que los fieles que se manifestaron para exigir la aparición del sacerdote José Luis Sánchez Ruiz se deslindaron de los hechos violentos que se registraron en Catemaco en el transcurso del sábado.
“Es reprobable, el mismo obispo con anterioridad, porque él se había dado cuenta de que había riesgo, había recomendado a los fieles mantenerse en paz, manifestar lo que tenían que manifestar y así lo reconocieron las autoridades de Catemaco, que más bien fue un grupo que aprovechó esa manifestación para expresarse de manera violenta y el grupo de los manifestantes se deslindó de esas acciones porque ellos no hicieron ni pretendieron nada al respecto, fueron unos encapuchados según se sabe”, puntualizó.
Luis Felipe Gallardo Martín del Campo consideró que las autoridades deberían estar más atentas a las demandas de la población porque hechos como los ocurridos en Catemaco a veces son ocasionados ante la desesperación de la gente que no resulta escuchada.
Gallardo Martín del Campo confió que las autoridades investigarán los motivos por los cuales se secuestró al sacerdote José Luis Sánchez Ruiz.
“Aprovecharon el momento de crisis para hacer de las suya estos violentos, desde luego que tendría que haber un mayor compromiso, mayor atención a las situaciones porque muchas veces estas cosas suceden cuando la gente desesperada porque no se les atiende toman ese tipo de acciones (…), habrá que ver realmente qué fue lo que pasó con el que secuestro al padre porque una cosa es la violencia que hicieron los que se infiltraron en la protesta y otra lo que le sucedió al padre”, agregó.
Por último, el obispo porteño recordó que el caso del sacerdote de Catemaco se suma a los secuestros y homicidios que sufrieron presbíteros de las diócesis de Tuxpan, Papantla e incluso Veracruz en los últimos años.