AVC/José Juan García
Veracruz, Ver.
El obispo de la diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, recomendó a los alcaldes de la zona conurbada que entrarán en funciones a partir del 1 de enero a que atiendan las necesidades de las colonias marginadas.
El prelado refirió que existen familias que habitan en las periferias las cuales carecen de los servicios básicos, como el agua, el drenaje, la electricidad.
“Yo lo que sí quisiera es invitar a los alcaldes que entran a poner un poco más la mirada en las periferias, en esas colonias que siempre están polvorientas, con hoyos, abandonadas, sin agua, sin drenaje, sin luz, ¿por qué? Sí se preocupan mucho de ciertos espacios que son como el escaparate de la ciudad”, expuso.
Luis Felipe Gallardo Martín del Campo consideró que el bulevar Manuel Ávila Camacho pues sí requiere rehabilitarse porque se trata de un área que recorren los visitantes.
Sin embargo, Gallardo Martín del Campo insistió que se necesita rescatar a colonias que padecen el rezago en servicios, hacia lo cual las autoridades municipales nuevas deben enfocarse.
“Sí, yo pienso que deben pensar más todavía de lo que se ha hecho, hay muchas colonias que necesitan ser rescatadas, el bulevar, bueno, hasta dices tú es lo que todo mundo viene a visitar porque ahí está la vida turística y muchas veces también la parte empresarial, pero yo estoy señalando que hay que ver más a estas zonas de la ciudad que han venido quedando marginadas, hay que meterles un poco más de empeño”, insistió.
Cabe destacar que Luis Felipe Gallardo Martín del Campo celebró los 50 años de su ordenación sacerdotal con una eucaristía a la cual asistieron el arzobispo de Xalapa, los obispos de Papantla, Coatzacoalcos, Orizaba y Córdoba y los obispos emérito y auxiliar de Xalapa, Sergio Obeso Rivera y José Rafael Palma Capetillo, respectivamente.
El obispo de la diócesis de Veracruz agradeció a dios por la gracia de ser un mediador con los fieles a lo largo de cincuenta años, camino que reconoció que no ha sido fácil pues también ha enfrentado pruebas difíciles.
“Hay pruebas personales, se presentan crisis, hay pruebas difíciles cuando institucionalmente tú ves que sucede algo que duele o mortifica en la institución que tú tienes a tu responsabilidad, que como obispo es la iglesia entera aunque tienes una porción, momentos difíciles cuando tienes que ejercer una autoridad que no gusta a alguien o es difícil”, concluyó.
