CHRISTIAN CUEVAS
Acayucan
La venta de medicamentos en la vía pública, ha traído consecuencia para algunos ciudadanos, pues han enfermado tras consumir lo que para ellos eran vitaminas, sin imaginar que son productos irregulares o también llamados “patitos”.
Es lo sucedido a una ciudadana de nombre Ericka Mendoza, quien el pasado lunes adquirió unos “multivitamíninos” a un precio superior a los cien pesos, sin imaginar que dichos productos le ocasionarían ronchas en la piel y fue a parar a una clínica particular, en donde le confirmaron que fue una reacción a una sustancia.
La vitamina, la adquirió en un puesto en las afueras de una farmacia ubicada en la calle Hidalgo entre Flores Magón y Antonio Plaza del centro de la ciudad, mismo que es un puesto ambulante, sin embargo cuando quiso reclamar el encargado del puesto era ya otro y desconoció la venta. Por lo tanto advirtió a la ciudadanía de que tengan cuidado cuando adquieren este tipo de productos que no cuenta con control alguno.
"Compré unas vitaminas que supuestamente eran muy buenas, pero me cayeron muy mal, me dio dolor de cabeza y tuve que ir al doctor porque me salieron ronchas, las compré en un puesto ambulante justo enfrente donde antes era el club de leones, no recomiendo que compren cosas así. Ahí también tienen medicamentos controlados, porque te venden hasta penicilina, pero quién sabe qué clase de medicamentos son, bien dicen que lo barato sale caro”, añadió Mendoza.
Dijo que en atención médica particular por la reacción que le provocó la vitamina, gastó más de trescientos pesos, lo cual ni lo tenía contemplado. Aunque su queja la presentó al área de salud del municipio de Acayucan, hasta ayer por la tarde uno de los encargados del puesto ambulante aún continuaba con la venta de medicamentos, sin control alguno.
La excusa que dan los encargados de los puestos, es que dichos medicamentos son naturales, lo cual es difícil de conocer.