VIRGILIO REYES
Acayucan, Ver.
Los intentos para concretar el detonante económico en las instalaciones de la desaparecida factoría láctea denominada La Llanura, de nueva cuenta ha fracasado, pues en medio del conflicto que se vive por la vía judicial entre los copropietarios, no se han presentado acuerdos que permitan determinar qué acciones seguirán.
El juicio que se sigue es para ver qué se hará con las instalaciones, si seguirán ocupadas por las copropietarios o bien son aptas para su venta y así dividir las ganancias entre los casi 300 copropietarios, que fueron en su momento trabajadores de confianza y sindicalizados.
“No hay acuerdo aún, unos piensan que lo mejor es seguir viviendo aquí, porque las instalaciones las van a malvender y nos va a tocar menos dinero de lo que hemos estado reclamando, y digo mal vender porque solo en unas secciones son los cajones los que quedan, porque toda la maquinaria ya fue retirada en algunas partes”, dijo uno de los trabajadores.
Solo en la parte de enfrente -que no se sabe a qué grupo quedará-, se pueden observar aún el material de acero inoxidable que era de la empacadora; mientras que en la nave principal no existe la mayor parte de maquinaria, que es la que fue disputada por la supuesta venta que se hizo del material de acero inoxidable.
“Si quieren reactivar la maquinaria, va a ser imposible, ahí donde estaba la secadora se vendió todo, así que el valor de la propiedad va a decaer, lo único que nos interesa es que esto se venda a otro precio”, añadió.