- Cesa venta de los minerales raros a la industria armamentista de EU
AGENCIAS
CHINA
Las amenazas comerciales del presidente Donald Trump afectaron a una de las industrias más importantes de Estados Unidos: la armamentista. En respuesta a las andanadas del republicano, China realizó un tiro de precisión: dejar de suministrar tierras raras a las compañías estadunidenses.
Así, Estados Unidos dejó de tener acceso pleno al mercado que le provee más de 80 por ciento de metales de tierras raras, escandio e itrio, así como los compuestos de estos minerales, que son la médula de las industrias tecnológicas. Sin embargo, el principal golpe, preparado por Pekín desde el primer mandato de Trump, apuntó a la industria de defensa estadunidense.
Datos del Banco Mundial muestran que el año pasado la mayor potencia militar del mundo importó 116 millones 256 mil 440 dólares en metales de tierras raras y compuestos desde China, 74.6 por ciento de sus compras al extranjero (81.9 por ciento medido en volumen), lo que exhibe que ese país es más barato.
Las tierras raras son un conjunto de 17 elementos químicos con propiedades conductoras y magnéticas que son fundamentales para las llamadas industrias del futuro, desde la inteligencia artificial, cuyo andamiaje son los centros de datos, hasta los autos eléctricos. Se usan para sistemas de energía eléctrica e imanes, baterías para automóviles híbridos, pantallas electrónicas, sistemas de misiles, sonares, láser y otras aplicaciones militares.
De acuerdo con el Servicio de Investigación del Congreso, el avión de combate F-35 utiliza al menos 417 kilogramos de tierras raras; el destructor Arleigh Burke utiliza 2 mil 358.68 kilos y el submarino clase Virginia, 4 mil 173 kilos.
Al menos en las últimas tres décadas Estados Unidos se ha vuelto más dependiente del extranjero para obtener estos minerales. Entre 2019 y 2022, 72 por ciento de las importaciones de tierras raras a Estados Unidos provinieron de China, en tanto que Malasia y Estonia representaron 8 y 5 por ciento, respectivamente.
Estados Unidos sólo tiene una mina que explota tierras raras, Mountain Pass, pero aun así debe enviar la materia prima a su rival asiático para que la refine.
China no sólo concentra 35 por ciento de las reservas de tierras raras, también controla entre 85 y 80 por ciento de su procesamiento y ha hecho inversiones mineras en otros países, sobre todo de América Latina, lo que ha prendido las alertas en Estados Unidos. Esta ventaja en la cadena de producción ha permitido que China mueva el mercado de tierras raras a voluntad, según Statista.