- Contra Israel “para que deje de matar niños”
Agencias
Santiago
El presidente, Gabriel Boric, anunció el respaldo de Chile a un embargo internacional de armas contra Israel “para que deje de matar niños”, a cuyo gobierno señaló de practicar un “genocidio” y “limpieza étnica” en contra del pueblo palestino.
Al hablar ante el Congreso Pleno, en la cuarta y última rendición de cuentas de su gobierno, también comprometió que “considerando la permanente violación del derecho internacional de Israel, he decidido patrocinar y poner urgencia al proyecto de ley que prohíbe la importación de productos producidos en territorios (palestinos) ilegalmente ocupados”.
Asimismo, la industria militar israelí dejará de ser proveedor de las fuerzas armadas chilenas, de la cual dependen fuertemente, particularmente el ejército de tierra y la policía militarizada.
“He instruido a la Ministra de Defensa (a que) me presente un plan de diversificación en materia de defensa, que nos permita dejar de depender de Israel en toda área”, dijo, entre contundentes aplausos, pero también pifias y gritos de parlamentarios.
También recordó que “condenamos el terrorismo de Hamas y exigimos la liberación de rehenes que están en cautiverio”.
Conforme el régimen israelí intensificó la destrucción de Gaza y la reocupación de Cisjordania, Boric dispuso el retiro del embajador en Tel Aviv, impidió la participación israelí en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae) en Santiago, se hizo parte de la denuncia presentada por Sudáfrica por violaciones a la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, solicitó junto a México a la Corte Penal Internacional que se investiguen los crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza y, la semana pasada, retiró a los agregados militares chilenos.
En materia local, el gobernante anunció que la cárcel de Punta Peuco, donde guardan prisión decenas de militares, policías y civiles condenados por delitos de derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973/90), dejará de ser un penal exclusivo.
“No existe justificación alguna para ese privilegio. He instruido modificar el decreto y transformarlo en un penal común. Hoy estamos poniendo fin a Punta Peuco como lo hemos conocido. Esto implica que sus internos pasarán a estar bajo el mismo régimen que el resto del sistema penitenciario”, afirmó.
Acerca de su gobierno
En cuanto a su gobierno, admitió que “hubo señales anticipatorias que no supimos leer con claridad” y que lo forzaron a “ajustar el rumbo” y el “énfasis respecto a nuestro programa original”.
Pero rechazó que aquello fue “una claudicación respecto a los motivos que nos llevaron a participar en política”, sino que “una de las virtudes de nuestro gobierno fue ser capaz de ajustar sus prioridades sin abandonar sus principios y ensanchar su espacio de alianzas para hacer posibles las transformaciones”.
Admitió que no pudo ejecutar su programa “con la profundidad que queríamos”, pero que “hemos avanzado en esa dirección atendiendo a las condiciones en que nos tocó gobernar y a la correlación de fuerzas no sólo del Congreso, sino de todo el espectro social”.