*Arrancan campañas entre hastío, falta de confianza e inseguridad
*Perfilan expertos alto abstencionismo, lo cual beneficiará al PRI
MÉXICO, D.F., abril 5 (EL UNIVERSAL).-
Nuevas reglas del juego y cirugía a todos los órganos electorales del país podrían resultar inocuas, pues no modificarán la participación esperada y probablemente tampoco mejorarán de fondo la calidad en las elecciones federales y locales del 7 de junio.
Así lo estiman expertos en procesos políticos, quienes moderan sus expectativas sobre el impacto que tendrá la reforma electoral en los comicios que arrancaron este domingo en su fase federal.
Y es que consideran que en éstos influirán más problemas ajenos al sistema electoral –como la inseguridad pública, el desencanto hacia los partidos y el Gobierno federal, así como la desaparición de normalistas de Ayotzinapa– que el rediseño político-electoral de 2015 y 2014.
Habrá cambios innegables, como el Instituto Nacional Electoral (INE) como nueva autoridad, más partidos en contienda, mayor fiscalización o candidatos independientes.
Falta de confianza, enemigo vivo
El politólogo y coordinador general académico de El Colegio de México, Jean Françoise Prud´homme, estima que las reformas electorales podrán concretarse probablemente con éxito organizativo, pero nada hace prever que se venza la desconfianza electoral.
Indica que no es un tema de quién o cómo se organizan las elecciones, más bien es que “resulta sorprendente que la desconfianza provenga de los mismos autores de las reformas”.
“Esas respondieron a demandas de los partidos, pero después de tantos años es muy difícil entender por qué no existe esa confianza, sobre todo por parte de los propios artífices de los cambios de los últimos 25 años”, señala.
Sin embargo, el también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) explica que la confianza no sólo depende de la institucionalidad sino de la coyuntura política, y ese es otro problema.
“Yo no sé qué podemos esperar en términos de participación en las elecciones. Tenemos 10 partidos que van a contender, va a haber candidatos independientes y ésas son novedades, pero al mismo tiempo persiste desilusión con respecto a la clase política y los partidos”.
“El problema tiene que ver con la situación política del país y el sistema de partidos. Hay una cierta decepción frente al PRI y acciones de su Gobierno, gran desencanto sobre todo después de los acontecimientos de otoño”, con los normalistas de Ayotzinapa, dice.
“Si a esto añadimos que los dos grandes partidos tradicionales de oposición tienen problemas, hay fragmentación en el PRD y problemas internos en el PAN, todo eso no alienta la participación”, puntualiza.
Voto inhibido
El profesor investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, José Luis Reyna, considera también que en los próximos comicios habrá apatía.
“No hay credibilidad, el propio presidente lo dice: hay desconfianza, hay un Gobierno que todo mundo considera ilegítimo; por tanto, entonces yo diría que no importa cuáles son los cambios electorales, el punto es que la participación será escasa y se puede atribuir a los motivos que sea: voto nulo, poca asistencia a las urnas o inseguridad”, expresa.
El especialista recalca que mientras más baja sea la participación: “Ganan los partidos que tienen voto duro y son los partidos más viejos, para empezar el PRI, el PAN y el PRD”.
“Sin duda, en un ambiente de poca participación, independientemente de abstencionismo o voto nulo o no, o voto en blanco, el que gana es el PRI”, advierte.