Agencias
Ginebra, Suiza
La sucesión de naufragios en el Mediterráneo en los últimos 10 días ha dejado 890 inmigrantes y refugiados muertos en sus aguas, dijo el domingo la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), que denunció que este mar se convierte "en un cementerio".
Los naufragios de embarcaciones abarrotadas de hombres, mujeres y niños se han multiplicado en las últimas semanas en la costa sur europea, en el pasaje entre el norte de África e Italia, y más recientemente hasta la isla griega de Creta.
"Estamos en un periodo de dolor y vergüenza. Dolor por las madres, padres e hijos que han muerto, y vergüenza porque esto pasa ante los ojos de Europa", lamentó el secretario general de la FICR, Elhadj As Sy.
En total, mil 86 personas desaparecieron o se ahogaron en las aguas del Mediterráneo sólo en el mes de mayo, lo que no disuade cada día a cientos de personas de intentar la peligrosa travesía.
El último naufragio ocurrió el viernes y fue el de un bote que llevaba 700 personas y que se hundió en las costas de Grecia.