*Grupos supremacistas perpetran golpizas contra extranjeros
*Además, actos vandálicos en centros de inmigrantes
Agencias
Londres, Inglaterra
Este domingo se reportaron manifestaciones xenófobas en Newcastle, vandalismo en centros de inmigrantes en Londres, palizas a familias extranjeras y cientos de denuncias en redes sociales que han mencionando ataques raciales por parte de hombres blancos ingleses después de la votación para salir de la Unión Europea.
Presuntos hooligans atacaron, sin ninguna razón aparente, a una familia polaca en Londres el sábado en la madrugada:
“El padre tiene un brazo roto y un posible trauma en el cuello. El hijo tiene severas fracturas faciales, mandíbula y nariz rota”, reportó el usuario de Twitter @b0redinbucks, quien publicó fotos de la agresión.
“Fueron golpeados indiscriminadamente por un ‘hombre inglés’, un hijo y su papá. El papá está inconsciente. Hay sangre en todas partes…”, escribió @b0rendinbucks.
En menos de 12 horas otro contingente xenófobo volvió a atacar:
“Podemos confirmar que un daño criminal racialmente motivado fue hecho en contra del POSK (Polish Socal and Cultural Association) de Londres”, aseguró la Policía londinense, según el corresponsal de la Agencia Polaca de Prensa, Jakub Krupa.
Otro grupo ultraderechista, la English Defense League, tomó este sábado la plaza principal de Newcastle e instaló pancartas con mensajes de odio hacia los inmigrantes: “Detengan la inmigración. Empiecen la repatriación”, momentos antes de chocar con grupos de derechos humanos.
Igualmente, el sábado por la tarde otro grupo de supremacistas culturales en Birmingham profirieron gritos emulando a simios y aterrorizaron mujeres y niños afuera de un templo sagrado musulmán durante una celebración religiosa, de acuerdo con videos grabados por el usuario de Twitter @Jamster_33.
Amnistía Internacional ha urgido a redoblar esfuerzos y mantenerse alerta, subrayando la “deshumanización” y “deliberada demonización de inmigrantes y la turbulenta hostilidad en su contra”.
Las comunidades universitarias, nutridas por el intelecto inmigrante, también han sido atacadas.
El inspector policial Nick Percival mencionó que cerca de la Universidad de Cambridge se repartieron folletos con frases insultantes: “Vete a la mi…” y “Fuera de la UE. Polacos de mi…”.
La investigadora de la Universidad de Coventry, Heaven Crawley, tuiteó el sábado: “Esta tarde mi hija dejó el trabajo en Birmingham y vio un grupo de chicos acorralando a una niña musulmana, gritándole ‘lárgate, votamos Leave’”.
En la ciudad de Gloucester, unos 80 kilómetros al oeste de Oxford, la cadena de supermercados Tesco investiga reportes de un hombre atacando a sus clientes.
“[El racista] señaló a un hombre que se encontraba frente él y le dijo: '¿de dónde vienes, eres español, eres italiano, eres rumano?' Y él le contestó: 'no, soy Inglés' y sólo así lo dejó en paz, relató Max Fras.
Por su parte, la clase política urgió a detener el odio.
“Es un crimen abominable e inexpresablemente desgraciado”, sentenció Greg Hands, diputado conservador del distrito más poderoso y lujoso de Inglaterra: Chelsea & Fulham.
“Llamaré a cuestión del Parlamento el investigar todos los incidentes de odio racial [que han sucedido] en Reino Unido este fin de semana y compararlos con la semana pasada”, tuiteó Jess Phillips, diputada de Birmingham en la Cámara de Lores británica.
Autocensura en prensa inglesa
Todos estos episodios, sin excepción, han sido abiertamente censurados por el grueso de la prensa inglesa, que, a pesar de los reportes, decidió no publicar lo que aparentan ser crímenes de odio y que podrían desestabilizar la crisis financiera y política actual.
La excepción la da el diario The Independent. Su segunda nota más leída la mañana de ayer: “Hay una nueva campaña para documentar abuso racial relacionado con Brexit”, mencionando 14 casos de discriminación difundidos bajo el hashtag #PostRefRacism (Racismo después del referéndum).
Llaman también a contrarrestar con el naciente #IWontStaySilence (No me quedaré callado).
Cabe resaltar que todos estos abusos se han llevado a cabo en Inglaterra, nación más poblada de los cuatro países que comprenden el Reino Unido junto a Escocia, Gales e Irlanda del Norte.