La sucesión del dirigente nacional Agustín Basave confronta a las corrientes del sol azteca.
Misael Zavala
CIUDAD DE MÉXICO
En reuniones internas, las corrientes perredistas miden fuerzas, hacen cálculos, suman sus consejeros y buscan alianzas para nombrar un presidente nacional interino del partido que sea de su preferencia y que sustituya a Agustín Basave Benítez en el cargo tras su renuncia el próximo sábado.
Hasta ahora ningún bloque —ya con sumas y restas, adhesiones y escisiones— alcanza 264 votos de un total de 396 consejeros nacionales; es decir, las dos terceras partes del Consejo Nacional, necesarias para que se designe a un presidente interino.
Nueva Izquierda (NI), de Jesús Ortega, tiene 139 lugares en el Consejo Nacional y es la corriente con mayor número de consejeros. Le sigue Alternativa Democrática Nacional (ADN), dirigida por Héctor Bautista, con un total de 88 consejeros. Los demás grupos tienen menos de 100 consejeros, pero son fundamentales para conseguir los 264 votos necesarios para ser mayoría.
Izquierda Democrática Nacional (IDN), de René Bejarano, cuenta con 57 consejeros; Foro Nuevo Sol (FNS), de Vladimir Aguilar, tiene 33 lugares; le sigue Vanguardia Progresista (VP), afín al jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, con 25 espacios; Patria Digna (PD), de Gilberto Ensastiga, con 19 consejeros; Galileos, coordinados por Guadalupe Acosta Naranjo, con 13; Coalición de Izquierdas (CI), de Miguel Barbosa, con 12, y Unión Democrática Nacional (Udena), con sólo dos espacios.
Además, hay ocho consejeros que no tienen definida una asociación a las corrientes; en su mayoría son gobernadores o personajes de gran peso al interior del partido.
De acuerdo con Camerino Eleazar Márquez, de la corriente ADN, existe un bloque del partido que busca impulsar a Alejandra Barrales, actual secretaria de Educación de la Ciudad de México, para sustituir a Basave. Este bloque se integra por ADN, CI, una escisión de FNS, IDN, PD, VP y Udena, que juntos suman 187 consejeros.
Sin embargo, otro bloque encabezado por Nueva Izquierda e integrado por una parte de Foro Nuevo Sol y el grupo Galileos busca impulsar para el cargo a Beatriz Mojica Morga, actual secretaria general del sol azteca. Este grupo lo conforman 170 consejeros nacionales, que si bien no son mayoría, pueden frenar cualquier acuerdo interno.
Por su parte, Pablo Gómez no se baja de la contienda; reúne el apoyo de Patria Digna y la Coalición de Izquierdas, que le aportan 31 votos.
Riesgo latente. Previo al Consejo Nacional del sábado, las corrientes se encuentran sin acuerdo para elegir a un candidato de unidad que sustituya a Basave Benítez en la presidencia nacional del sol azteca.
De no conseguir las dos terceras partes de los asistentes al Consejo Nacional, se declararía que no hay una propuesta definida y Beatriz Mojica sería nombrada secretaria general con funciones de presidente del PRD, según dictan los estatutos internos.
Para el bloque encabezado por ADN —que apoya a Barrales— esto es un riesgo latente, ya que NI, a través de Mojica Morga, sería la corriente que asuma el control del partido hasta por un mes. Después tendría que convocarse a un nuevo Consejo Nacional para, de nueva cuenta, intentar reunir las dos terceras partes de los votos.
El senador Luis Sánchez, fundador de ADN, dijo a EL UNIVERSAL que no es oportuno que Beatriz Mojica asuma el cargo por estatutos.
“Creemos que Beatriz no puede estar al frente (del partido) porque Nueva Izquierda ha tenido durante largos años la presidencia. Sería una señal muy mala para la sociedad y eso nos motiva a apoyar a alguien distinto”, subrayó.
El senador Miguel Barbosa, integrante de la Coalición de Izquierdas, acusó a Nueva Izquierda de querer imponer a Mojica como presidenta hasta que haya relevo, pero “si creen que impidiendo que haya dos tercios (de votación) van a tener de manera permanente a la secretaria general como presidenta, se equivocan.
Para el integrante de IDN, Alejandro Sánchez Camacho, Nueva Izquierda mantiene su propuesta de Beatriz Mojica, pese a que el otro bloque no la apoyaría “porque no reúne el perfil adecuado: independencia del gobierno federal, que sea puente de comunicación con la izquierda electoral del país y enviar un mensaje claro de transparencia y combate a la corrupción”.
Carlos Sotelo García, coordinador de Patria Digna, pidió no cometer más errores al nombrar a un líder nacional: “Que no se incurra en nuevo error, pues podría ser el último”, aseveró.
Aunque los Galileos apoyan a Mojica, afirmaron que prefieren ser un factor de unidad para impulsar alianzas amplías con el PAN en las elecciones de 2017 y con las izquierdas en 2018.
En lo único que las tribus coinciden es que el sustituto de Basave debe encabezar la renovación de la dirigencia nacional en julio de 2017, después de las elecciones en el Estado de México, Coahuila y Nayarit, pero antes de iniciar el proceso electoral rumbo a 2018.
CUARTO EN DISCORDIA
ras una reunión, corrientes internas del PRD dejaron abierta la posibilidad de que si ninguno de los tres actuales contendientes a la dirigencia nacional reúne el consenso del Consejo Nacional de este sábado, podría haber un cuarto nombre que pueda sustituir a Agustín Basave en la presidencia perredista.
En una última reunión, previo al Consejo Nacional para nombrar a un presidente interino en el sol azteca, 21 coordinadores y miembros de corrientes salieron sin un acuerdo de consenso para reunir las dos terceras partes de los consejeros nacionales e impulsar a una de las tres apuestas que están sobre la mesa: Alejandra Barrales, secretaria de Educación de la Ciudad de México, afín al jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera; Beatriz Mojica Morga, secretaria general del PRD, de la corriente de Nueva Izquierda; y Pablo Gómez, de la corriente Patria Digna.
En la encerrona en un conocido hotel de la Ciudad de México, donde hubo algunos aspavientos, se plantearon los escenarios que cada una de las corrientes busca y en el cual la presidencia perredista de la Ciudad de México, puede ser el factor que destrabe los acuerdos.
Esto es que Vanguardia Progresista –corriente afín a Miguel Ángel Mancera- ceda el liderazgo de la dirigencia del sol azteca capitalino para Nueva Izquierda y, así, ésta corriente acepte dejar el camino libre a Barrales –cercana al jefe de gobierno capitalino- en la dirigencia nacional para que encamine los trabajos hasta julio de 2017.
“La presidencia del Comité Estatal del PRD en la Ciudad de México puede ser un factor, porque la dirigencia ya acabó en mayo y debe ser sustituido. Puede ser un factor que puede construir un acuerdo y serían varios elementos de negociación para un acuerdo de unidad. Están las pistolas en la mesa, pero todos con la voluntad de un consenso”, subrayó el secretario de Acción Política Estratégica del CEN del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, tras su salida de la reunión de corrientes.
De no llegar a un acuerdo en el Consejo Nacional de éste sábado, también se plantearon otras vías en la mesa de corrientes: que se nombre a un cuarto contendiente (sin mencionar nombres) que no tenga militancia en las llamadas tribus o, en un panorama más adverso, que se judicialice el proceso interno.
En el encuentro estuvieron presentes Carlos Navarrete, por Nueva Izquierda; Jorge Martínez, por el Grupo Galileos; Vladimir Aguilar, por Foro Nuevo Sol; Carlos Sotelo y Gilberto Ensástiga, por Patria Digna; Héctor Bautista, por Alternativa Democrática Nacional (ADN), entre otros.