Agencias
París, Francia
Mohamed Boulhel, que no estaba fichado como sospechoso de terrorismo, es el nombre del tunecino que la noche del jueves mató con su camión a al menos 84 personas en Niza, Francia.
Tenía varios procedimientos judiciales abiertos, aunque sólo había sido condenado por primera vez en marzo pasado a una pena de seis meses de cárcel, por la que no tuvo que ingresar a prisión.
El ministro de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, explicó en un comunicado que el Tribunal Correccional de Niza condenó el 24 de marzo a Boulhel a una pena exenta de cumplimiento, por un altercado en una disputa de tráfico.
Previamente se le había impuesto un control judicial que cumplió en todos sus aspectos y que se levantó el día de esa sentencia.
Durante dicho control judicial abonó la fianza de mil euros que se le había fijado, fue a las convocatorias que tenía cada semana en comisaría y no se acercó al hombre con el que tuvo en enero un incidente de tráfico, al que agredió lanzándole un objeto de madera.
El fiscal de París encargado del atentado, François Molins, informó en conferencia de prensa que este tunecino de 31 años de edad tenía antecedentes policiales en Francia por diversos actos de violencia, amenazas, robo y otros delitos entre 2010 y 2016, pero sólo una condena, y que nunca había ingresado a prisión.
Molins insistió en que no estaba fichado por los servicios secretos y que nunca había sido parte de informaciones que pudieran hacer pensar que era un radical.