Agencias
París, Francia
El terrorismo yihadista del Estado Islámico volvió a golpear a Francia, 12 días después de la masacre de Niza, con el asesinato de un octogenario sacerdote en una iglesia de Normandía en la que dos hombres habían tomado seis rehenes.
Después de matar al párroco Jacques Hamel y de dejar malherido (aunque no se teme por su vida) a otro anciano también de 86 años, dos individuos armados con cuchillos salieron de la iglesia gritando "Alahu akbar" (Dios es el más grande) y fueron abatidos por la Policía, relató el fiscal François Molins.
El presidente francés François Hollande habló con el Papa Francisco para expresarle "el dolor del pueblo francés" por el asesinato del sacerdote y le aseguró que "se hará todo por proteger las iglesias y lugares de culto" en el país.
Por otra parte, el presidente agradeció la rapidez de las fuerzas de seguridad, que "intervinieron en un plazo extremadamente corto", lo que a su juicio evitó más muertes.
